A la espera que el alcalde Fredys Socarrás Reales y el gobernador Luis Alberto Monsalvo les brinden cuanto antes una ayuda, están los campesinos que viven del cultivo del arroz en el corregimiento de Badillo, quienes aseguran que de no darse ésta, se irán a las vías de hecho.
El pasado miércoles paleros, sembradores, transportadores, lavanderas, entre otros marcharon desde Badillo hacia Valledupar y el sábado se reunieron con el mandatario municipal y el secretario de Agricultura del Cesar, Wilson Solano, en busca de una solución a la crisis que están atravesando.
Arroceros esperan por ayudas, de lo contrario se irán a las vías de hecho.
Según Juan Manuel Martínez, productor de arroz, el Alcalde como el Secretario les pidieron un plazo perentorio para ir en busca de ayuda del gobierno nacional, razón por la cual esperarán unos días.
“El Alcalde lo que nos dijo es que iba a gestionar ante el gobierno nacional porque tiene buena relación con el presidente Santos y parte de su gabinete, mientras que el Secretario de Agricultura quedó a comentarle al Gobernador para que ayude a gestionar a través de los congresistas y el senador José Alfredo Gnecco”, informó Martínez.
Dijo el arrocero que los campesinos y personas que viven del cultivo del cereal están desesperados, porque están pasando hambre, debido a que en las tiendas no les quieren ‘fiar’, por lo que aseguran que se tomarán las vías de hecho para presionar una solución.
“Estas personas están pasando muchas necesidades, no les quieren fiar en las tiendas, no hay empleo porque el área de siembra se redujo en un 80%, esta es una zona que tiene más de 10 mil habitantes de los cuales entre un 80 y 90% vive de la agricultura, así que están diciendo que si no hay solución se tomarán las vías de hecho”, precisó Martínez.
Los arroceros están golpeados por el verano que se presentó en el primer semestre del año que dejó pérdidas en esa zona de siete mil millones de pesos, a lo que se suma el contrabando de arroz que ingresa por Venezuela y Ecuador, además de los TLC que le permite a los industriales comprar el cereal a menor precio en el exterior y venderlo al mismo valor al consumidor.
La esperanza de los cultivadores estaba puesta en que el ministro de Agricultura, Aurelio Iragorri vendría a finales de septiembre a evaluar la situación, pero el anunció también quedó en promesas.
Sandra Santiago B.
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