Aplicando la técnica llamada endoterapia, utilizada en 1998 por la Universidad Distrital Francisco José de Caldas para salvar más de 3.000 árboles enfermos en Bogotá, el biólogo y ambientalista Miguel Ángel Sierra Castellanos intenta recuperar algunos árboles de caucho afectado por los trabajos de infraestructura realizados en la avenida Simón Bolívar de Valledupar.
Son 56 plantas situadas entre la glorieta de la Terminal de Transporte y la calle 21 del barrio Primero de Mayo, donde el Consorcio Sistemas Estratégicos de Transportes, contratista del Sistema Integrado de Transporte de Valledupar, Siva, recibió licencia por parte de Corpocesar para erradicar 11 ubicadas en el separador, pero mató 16.
La intervención no resultó como se esperaba, teniendo en cuenta que la Resolución 185 del 29 de octubre de 2014 emitida por la entidad ambiental y en la que autorizaron a Menzel Rafael Amín Avendaño, representante del consorcio, fue incumplida en las obligaciones señaladas en el acto administrativo. Corpocesar inició un proceso sancionatorio ambiental contra el Consorcio Sistemas Estratégicos de Transportes, por “encontrarse que los árboles que se murieron no hacían parte del listado autorizado”.
“Se autorizó poda aérea, más no de raíces. Por lo tanto, el proceso sancionatorio ambiental tiene como fin aclarar la causa de la muerte de estos árboles de caucho y determinar la responsabilidad del contratista”, informó la corporación.
Los árboles fueron sembrados en la avenida Simón Bolívar durante el gobierno del alcalde Rodolfo Campo Soto, en 1993. Fue por este hecho que Miguel Ángel Sierra Castellanos inició el 30 de diciembre, el denominado “ingreso a la Unidad de Cuidados Intensivos de tres árboles de caucho”.
La acción, avalada en un permiso de Corpocesar y ejecutada con recursos de Aseo del Norte, está basada en un sistema de tratamiento llamado endoterapia, en el que también se le agregó un modelo de nombre suelo inteligente como abono.
“Por un lado tenemos la oportunidad de darle nutrientes a partir del xilema de frunema para que lleve nutrientes a las hojas y pueda hacer intercambio de relación de nutrición; por el otro, el modelo suelos inteligentes es un aporte nutricional, a partir de microorganismos que se encargan de desdoblar los minerales del suelo y eso nos ayuda a que la tierra esté nutriendo constantemente las raíces del árbol y que esté aportándole alimentación”, dijo Sierra Castellanos, quien lidera la Fundación Biosierra.
El procedimiento incluyó buscar el sitio donde hubiese movimiento del cambio asistemático, con una broca o taladro se abrió un orificio en el tallo del caucho para así introducir una aguja que transportara nutrientes macro y micro elementos, algunos agentes antibacteriales y además oligoelementos, según explicó el ambientalista.
“Esta técnica fue desarrollada en 1998, por la Universidad Distrital a razón de que más de 3.000 árboles vinieron enfermos por una endemia de chinches y no sabían qué hacer, de esa manera (endoterapia) por medio del área de investigación lograron controlar los árboles y los salvaron. En el caucho es muy complejo aplicarlo por lo que representa, ellos tienen un látex y es una diferencia en la forma qué se actúa, por eso se debe aplicar el modelo suelo inteligente para poder coadyuvarle en el tema de nutrición”, manifestó Sierra Castellanos.
En un recorrido hecho por EL PILÓN y Miguel Ángel Sierra, en el tramo donde se observan los árboles mutilados y que están a punto de morir, se encontraron 56 especies, de las que 16 cauchos ya murieron, 13 están en estado crítico y 37 permanecen con buena apariencia.
“Nosotros intervenimos dos árboles, el número dos y el 40. El primero fue el 30 de diciembre, estamos hablando de 12 días, ya vemos un cambio bastante elevado, un brillo considerable, siendo que es el más difícil porque está a punto de perecer y la idea es intentar recuperarlo con la técnica. El otro tiene más o menos ocho días de haberse tratado, la diferencia es enorme, la parte meristemática es más avanzada, lo que quiere decir que recibió con mucho agrado la atención”, argumentó.
Agregó que esta es “casi una Unidad de Cuidados Intensivos, con la intención de que el árbol reacciones de manera inmediata”. Sierra Rodríguez consideró que este tipo de situaciones son “arte del infortunio de tener muchos árboles en Valledupar”, porque tantas especies han crecido sin ningún tipo de manejo. “Los árboles han sido mal manejados, en Valledupar siempre han estado a la deriva de quién pueda tratarlos”. Y una de esas debilidades es que en la capital del Cesar existen en las áreas comunes más de 70.000 árboles, donde ninguna entidad se hace cargo del tratamiento y mantenimiento de los mismos.
David Cantillo, quien tiene 15 años de estar radicado en Valledupar y 13 de estar trabajando en una empresa de transporte sobre la avenida Simón Bolívar, dijo: “nosotros protestamos muchas veces y alzamos nuestra voz con el desacuerdo de la erradicación de los árboles. No supieron tratar los árboles, le dieron mal manejo a la arborización. No nos hicieron caso. Ahora con la nueva intervención se les ve vida porque lo están tratando, no queremos que se acaben porque la naturaleza es mirada por el turista y por los mismos habitantes”.
Por su parte, el equipo ambiental del Siva explicó que se conocía del impacto que podría causar la erradicación y muerte de algunos árboles que estaban contemplando en el permiso de Corpocesar, pero no se contaba con la llegada del fenómeno de El Niño durante el periodo de intervención.
“Al contratista lo hemos hecho comprometer con el mantenimiento y recuperación de los árboles, no queremos uno más muerto y por eso siempre hemos solicitado apoyo al ICA, a Corpocesar, a la Secretaría de Ambiente y hasta la Alcaldía de Valledupar. En estos momentos le hacemos seguimiento al sistema de riego que se hace en cada árbol y conocimos sobre la intención de Miguel Ángel Sierra, que para nosotros es de gran ayuda porque todo el que pueda aportar a la recuperación de los árboles es bienvenido”, explicó uno de los funcionarios de la oficina ambiental del Siva.
El tiempo que tarda el árbol en absorber cualquiera de estas inyecciones, oscila entre 30 segundos y 15 minutos, dependiendo del estado del árbol y la variedad del mismo.
La endoterapia es un método alternativo de tratamiento fitosanitario del arbolado urbano.
Corpocesar aseguró que de acuerdo a los estudios ambientales, los árboles de caucho murieron por la intervención que se les hizo en las raíces.
Inventario actual
Árboles muertos: 16 (El permiso fue para erradicar 11 árboles)
Árboles en estado crítico: 13
Árboles vivos: 37
Cada árbol muerto se calcula que tiene un precio de $50 millones.
Proceso de recuperación
Endoterapia: método alternativo de tratamiento fitosanitario del arbolado urbano. Aplicación por medio de un suero de nutrientes como macro y micro elementos, algunos agentes antibacteriales y además oligoelementos.
Por Carlos Mario Jiménez
Carlos.jimenez@elpilon.com.co