Una destacada carrera por la limpieza de las zonas públicas ha iniciado en el municipio de Valledupar, y, según nos han dicho, sus zonas rurales. Esto empezó en la avenida calle 44, principal corredor de la ciudad, que conecta a dos salidas de la misma; por consiguiente, una zona vista por viajeros de diferentes lugares de la región y del país. Por lo tanto, un acierto.
Con palas, escobas, rastrillos, bolsas; militares, funcionarios del Gobierno, ciudadanos del común, operarios de Aseo del Norte se unieron para llevar a cabo la jornada que vimos iniciar el viernes en algunas zonas de la calle 44, e intensificarse ayer sábado.
Este tipo de actividades, que une a los ciudadanos en pos de una causa común, no solo generan integración social, además promueven la seguridad: una zona limpia, atendida y visitada no es atractiva para el delincuente. Es en cierta forma una manera de contrarrestar el fenómeno de la ‘ventana rota’.
Estaremos atentos a conocer el resultado del trabajo en equipo. Cuántos kilos de residuos sólidos fueron recogidos y de qué tipo. Esto puede servir para identificar el problema en este sector. Nos han adelantado que las bolsas plásticas, pese a la campaña nacional para disminuir su uso, son las más arrojadas a las calles.
Al saber el balance, el Gobierno local podría emprender acciones de sensibilización: “No arroje podas a las zonas públicas, llame a Aseo del Norte, es gratis…”, entre otras. Lo mismo con la mala disposición de mascotas muertas, un fenómeno que se niega a desaparecer.
Aprovechamos para invitar a todos los participantes a meterle mano al lote municipal de la fallida galería en La Granja- ¿no puede limpiarse por lo menos? ¿Arreglar la fachada, así sea poniendo avisos publicitarios, como en el lote de la novena de la antigua Electrificadora? ¿Y el frente del colegio Leonidas Acuña llegando a Mayales Plaza Comercial, sobre la avenida Francisco Salguero? Es lamentable su apariencia frontal. Allí es importante que la comunidad educativa también intervenga.
En definitiva, felicitaciones señor alcalde, señor gobernador, apoyamos estas jornadas de ornato y embellecimiento de las zonas públicas. Son un gran ejemplo para los ciudadanos con sus frentes y antejardines, pero principalmente para que no ensucien las zonas que nos pertenecen a todos.
Insistimos, una zona limpia, visitada, protegida, atendida constantemente genera percepción contraria a la del abandono y esto no permite que la delincuencia encuentre un lugar propicio. Es un grano de arena, sin duda, pero vale mucho la pena. Queda pendiente la iluminación. Sobre ese tema ya hemos editorializado y le haremos seguimiento.