Tres décadas aspirando a quedarse con la corona, sin éxito, no son obstáculo para que Antolín Arias regrese al Festival Vallenato. En esta versión 51, homenaje a Carlos Vives, el acordeonero oriundo de San Diego, Cesar, viene acompañado de José Carlos Mendoza López y Jean Franco Molina Villero, caja y guacharaca, respectivamente.
La perseverancia es su principal arma. Ya es costumbre escuchar en el pueblo su nombre ante de las eliminatorias de la categoría profesional del Festival, porque cuando antes de abrirla nada más se escucha el susurro: “El primero que se inscribe y el primero que eliminan”. Esa frase llevó a componer a Antolín Antonio Arias López una canción de nombre ‘A empezar de nuevo’, en ella cuenta que se le cayó su cabellera en busca de la corona, se retiró por siete años y sus amigos lo motivaron a regresar.
“Encontré que nadie me quería acompañar porque está viejo (69 años), así que buscó unos amigos de su pueblo (Los Tupes, un corregimiento del municipio de San Diego) y regresará a la contienda”, declaró.
Historia con éxito
En su primera participación llegó a las rondas eliminatorias acompañado por los hermanos Enrique y Jesús Barrera. Recordó que los eliminaron porque sus compañeros eran bebedores de trago y por gozar la fiesta no llegaron a la hora indicada, es así como por ausencia quedaron descalificados.
“Ese día dije que me iba a meter a acordeonero, me preparé bien y gané. Fue en 1971 cuando en el Festival Vallenato abrieron la categoría Adolescente, esa nada más fue un año porque después la pasaron a Aficionado”, sostuvo Arias López, quien derrotó esa tarde a Rafael Salas y a Enrique Murgas, quienes ocuparon segundo y tercer lugar respectivamente.
De ahí ha participado en la categoría Semiprofesional, entre 1972 – 1976, llegando a una final en la que no ganó. En los profesionales alcanzó a llegar a la final en 1984, precisamente se año ganó Orangel ‘El Pangue’ Maestre.
“Me despedí del Festival porque tenía más de 15 años inscribiéndome de primero; la gente decía que era el primero que eliminaban y me retiré siete años, pero volví y saqué un merengue donde digo que me inscribí de último para que cambie la historia”, aseguró el veterano digitador.
Los ensayos están siendo realizados en el municipio de San Diego, donde un gran número de seguidores se reúne para acompañarlo.
Por Carlos Mario Jiménez
Carlos.jimenez@elpilon.com.co