Es muy común verse ante la necesidad de conseguir instrumentos de gimnasio, ya sea porque quieres comenzar a tomar clases en tu propio domicilio, también porque deseas complementar algún tipo de actividad para mantenerte activo, o simplemente porque disfrutas tener a mano equipamiento para utilizar regularmente.
Sin ir más lejos, el contexto de los últimos dos años llevó a que muchos tuvieran que encontrar alternativas para tener en casa el espacio o las herramientas para poder mantener la actividad física de forma constante. También, en algunos casos, hay quienes no desean suscribirse a un gimnasio o atender a un box, y prefieren mantener su propio ritmo, sin estructuras ni franjas horarias.
En este contexto, un buen equipo de entrenamiento mantiene su óptimo estado con el uso y con el paso del tiempo, pero hay algunos puntos que son relevantes a la hora de comprarlos, sin importar si se trata de una caminadora eléctrica, modelos de elípticas, o incluso un kit de mancuernas.
Aquí mencionaremos algunos aspectos que pueden resultar de ayuda si estás en la búsqueda de distintos elementos para poder llevar tu actividad deportiva y tu bienestar físico a niveles que deseas o necesitas.
Planificar tu compra puede hacer la diferencia
Ante la presencia de ofertas, descuentos, combos de kits de barra para pesas más las pesas y mancuernas, es muy fácil perderse entre esas buenas oportunidades. No obstante, hay que tener bien en claro qué tipo de ejercicios o rutinas vas a hacer, o qué conjunto muscular vas a querer fortalecer o rehabilitar.
¿Sabes si las pesas de 8 kilos serán mucho o si serán poco para ti? ¿Cuentas con el espacio para almacenar y/o utilizar los elementos? ¿Tienes a mano presupuesto suficiente como para comprar todo de una o preferirás ir comprando de a partes hasta completarlo? ¿Será para un uso acotado (por ejemplo, hacer rehabilitación por una lesión) o piensas hacerlo parte de tu rutina semanal?
Algunas de estas preguntas disparadoras pueden ayudar para esclarecer algunos elementos a la hora de pensar qué cosas adquirir, y cuáles responden a tu necesidad o motivación.
Compra lo que necesitas ahora, no pienses en las presuntas mejoras futuras
En sintonía con el subtítulo anterior, tienes que apuntar a tu necesidad actual. Por más obvio que suene, a veces puede parecer buena idea comprar algo barato o muy desactualizado, porque se cree que más adelante se adquirirá algo de mejor calidad, pero eso es un falso arranque en la carrera.
En otras palabras, los equipos de muy baja calidad o con demasiados años encima, pueden no rendir bien para los ejercicios que los uses, generarte dolores o problemas, romperse en medio de una actividad y poner en riesgo tu integridad física, o generarte una experiencia de displacer y resultar en que no disfrutes lo que hiciste.
Como dice un dicho conocido, lo barato sale caro, así que mejor no escatimar en gastos y saber que los buenos productos valen su precio y su peso.
No subestimar el mantenimiento
Como con cualquier herramienta de trabajo, el equipamiento para hacer actividad física, ya sea de fuerza o de “cardio”, requiere un cierto mantenimiento.
Esto no quiere decir que tendrás que aceitar engranajes o encerar superficies todos los días, pero si no prestas atención a los cuidados mínimos que requieren tus equipos, su deterioro puede darse de forma inesperada o incluso veloz, y eso no sólo echaría a perder en el mediano o largo plazo un instrumento valioso, sino que su rendimiento y seguridad se echaría a perder.
Entonces, si buscas equipo, te convendrá predisponerte para hacer el mantenimiento según recomiendan los manuales de uso.
Los “usados” pueden ser una gran oportunidad de donde sacar provecho
No es tan raro ver casos de personas que compraron elementos, equipos o máquinas para hacer actividad deportiva y que al corto plazo lo dejaron sin uso alguno, juntando polvo o como un espacio para colgar la ropa.
De esta forma, mantener la mente a la caza de algunas cosas usadas puede abaratar la compra de maneras muy convenientes, siempre y cuando no olvides los dos puntos antes mencionados en este artículo, como son tener claro para qué lo necesitas, y el mantenimiento
Es ideal poder probarlo antes de la compra
Del mismo modo que cuando ves una camiseta que te gusta, tienes que tratar de probar siempre los elementos que busques obtener.
De esta manera, puedes probar si son cómodos al uso, si el peso o la forma te resultan prácticos, si responde al tipo de rutina o actividad que necesitas hacer, o si la calidad es tan buena como decía el aviso de venta.
Entonces, una vez que se haga esto teniendo en cuenta que planificaste tu compra y el espacio donde estarán, puedes descansar sabiendo que te llevas a tu casa un equipamiento con el que tuviste un primer contacto y sabes que responde a tu demanda.
No pierdas de vista tu salud
Ya sea que planifiques competir en disciplinas o torneos de distintos deportes, o que quieras llevar tu rendimiento atlético hacia límites que desconoces, todo se resumen dentro de lo que tu cuerpo pueda hacer.
Es decir, si compras equipos de pesas y mancuernas con pesos muy altos para lo que acostumbras, o adquieres una banda caminadora con la idea de caminar hasta que la barriga desaparezca, o si incurres en rutinas que no fueron pensadas para tu caso personal, puedes afectar tu salud, tu cuerpo, tus músculos, y llegar a lesionarte.
Lo mismo con respecto a la alimentación y a los hábitos saludables como hidratarse, comer lo que tu cuerpo requiere, dormir lo necesario, entre otras.
Es recomendable que si haces actividad sin supervisión de un profesional o especialista, haber recibido una rutina armada para tu actividad en la casa, en base a los equipos con los que cuentas, para poder sacarles el máximo provecho sin desatender tu propio cuerpo, que es lo que te acompaña tanto antes como después de ese rato de ejercicio.