En el propósito de hacer visibles a nuestros valores, El Pilón ha buscado personajes anónimos que hacen su trabajo de manera callada, austera. Quisiéramos descubrir más líderes naturales, buenos zapateros o sastres de pueblo, modelos de trabajo y contribución a hacer más agradable la vida en su comunidad. Así también nos encontramos con el lotero o el peluquero del barrio. Pero también debemos hacerlo con quienes ya tienen un reconocimiento, pues en ocasiones se nos olvida que están ahí y no dimensionamos lo que contribuyen a nuestras vidas, a nuestra región y a su progreso.
Es el caso de un personaje cuya trayectoria es ejemplo de tesón, originario de un pueblo de La Guajira, Monguí. Es el actual ministro de Minas y Energía, Amilkar Acosta Medina.
Es Acosta un experto en su cartera ministerial, fue su primer libro ‘El Petróleo y la Crisis Energética’, a mediados de los años 70, luego ha coronado con la publicación de una veintena. Fue director del Consejo de Planificación de la Costa, el Corpes, que lo convirtió en un impulsor, junto a connotados jóvenes, de la causa autonómica del Caribe. Fue designado al frente de Colombiana de Gas, Colgás; luego Viceministro de Minas y Energía y estuvo una década en el Congreso. Pasó por la presidencia de la Sociedad Colombiana de Economistas, debatió siempre sobre el Contrato de El Cerrejón, fue miembro independiente de la Junta Directiva de Ecopetrol, hasta que el presidente Santos lo designara ministro, cargo donde adelanta una reveladora gestión y preside dicha Junta. Lo reconocen gremios, diarios económicos como la República y Revistas como Semana. En verdad, para nosotros no es sorpresa que le fuera bien.
Sabemos de su oratoria, su atildada exposición. No ha dejado de ser un profesor, su primer cargo profesional en la Universidad de Antioquia, luego en la recién creada de La Guajira. Todos esos rótulos son igualmente significativos en el campo de la política: sobresaliente dirigente estudiantil, líder del Moir y luego de la tendencia socialdemócrata del liberalismo, afín a la actual Tercera Vía, concejal de Medellín, congresista activo en la Comisión Quinta de Energía y Minas, siempre abrevando en el legado del ‘Negro’ Robles, aquel gran dirigente riohachero de finales del siglo XIX, desconocido para las presentes generaciones.
Su desprendimiento del poder a ultranza fue evidente cuando desistió de volver al Congreso, teniendo méritos para continuar. En medio de la controversial política del hermano departamento, su distancia hoy lo convierte en valiosa reserva.
Estamos entonces tratando de un verdadero tecno-político, hecho a pulso, de población y cuna humilde, alejada de los radares centrales del poder político y social, gracias a su vocación intelectual y el afán de aprender. Ese tipo de valores que hoy, desde estas páginas, queremos reconocer.
Fue un gran defensor de la térmica del Cesar, Termocesar, de la masificación del gas, que ha llegado a tantos hogares, y sin duda sus próximos pasos, de continuar en el gabinete, contribuirán a asegurar un mejor servicio eléctrico, hoy deficitario y cuestionado, a fortalecer la posición de la Costa y estos departamentos de Cesar y La Guajira, como potencia energética de la Nación. El viernes pasado escuchamos al Ministro anunciando la contratación de la gigante Anadarko, comprometiendo $ 250 mil millones en la búsqueda de petróleo en nuestro Mar Caribe.