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Ambulancias sin control

Las ambulancias de la red privada se ubican en puntos estratégicos de la capital del Cesar para ‘cazar’ accidentes de tránsito.

Mientras que en las principales capitales de Colombia los traslados en ambulancias, tanto de la red pública como de la privada, son supervisados por los Centros Reguladores de Urgencias y Emergencias, CRUE, en Valledupar estos vehículos de empresas privadas circulan sin control.

El accidente de tránsito de un motociclista al que llegan dos y hasta cuatro ambulancias, motivaron a que la coordinadora del CRUE en el Cesar, Yarima Rico, solicitara a los propietarios de las ambulancias acogerse a la regulación de esta entidad para que la operación de sus vehículos sea más organizada y no se presenten disputas como ocurre en la actualidad.

Lo que el CRUE pretende es que las emergencias se atiendan de manera oportuna y buscando el bienestar de los pacientes, porque en ocasiones ocurre que ambulancias de la red privada recogen a los heridos y no los llevan al centro asistencial más cercano, si no que los llevan a sus clínicas poniendo en riesgo la vida del lesionado.

“Si hay un accidente en la Terminal de Transportes no es lógico que se lleve un paciente al otro extremo de la ciudad, teniendo cerca el Hospital Eduardo Arredondo Daza y la clínica Santa Isabel, es lo que queremos evitar”, indicó Rico.

De igual forma, la funcionaria explicó que “la Gobernación del Cesar entregó una ambulancia a cada municipio, se les instaló el sistema de GPS para saber dónde está cada vehículo y así poder coordinar la atención de emergencias. Eso sería lo ideal para implementar con la red de ambulancias privadas de Valledupar”.

Cabe anotar que el monitoreo satelital aún no se aplica con la red pública, pero en las próximas semanas el CRUE Cesar lo empezaría a utilizar con los vehículos de transporte asistencial con que cuenta cada uno de los hospitales del departamento.

Otra de las preocupaciones en el CRUE es que no están recibiendo los reportes de accidentes de tránsito, por parte de la línea 123 de la Policía, que extrañamente sí llegan a la red de ambulancias privadas.

“Estas ambulancias tampoco están reportando los casos y el CRUE debe llevar las estadísticas, por lo que lo ideal es que el 123 se articule con el CRUE y desde acá se coordine el servicio de transporte asistencial”, acotó.

Preocupación
En una reunión realizada el pasado 5 de diciembre entre autoridades de tránsito, salud y propietarios de ambulancias, se ventiló por parte de funcionarios de Yuma, que auxiliares de enfermería de una clínica de Valledupar con una ambulancia asistencial básica les quitaron un paciente de accidente de tránsito, ya canalizado y que era atendido en una de las ambulancias medicalizadas que la empresa contratista de la Ruta del Sol tiene dispuestas en cada uno de los peajes.

El llamado de atención no se hizo esperar por parte de las autoridades porque este tipo de prácticas ponen en riesgo la vida de los pacientes. Al tiempo advirtieron que las ambulancias privadas deberían actuar con la misma rapidez cuando los pacientes no son heridos en accidentes de tránsito.

Pero no hay quien los regule, el único control está a cargo de la Oficina de Vigilancia y Control de la Secretaría de Salud Departamental que solo se encarga de verificar que las ambulancias cumplan con las condiciones técnicas de funcionamiento. Por lo menos una vez al año inspeccionan los vehículos.
El secretario de Tránsito, Óscar Tom Socarrás, precisó que tampoco tiene injerencia en el control de ambulancias, porque “el tránsito solo regula el vehículo, no el servicio”.

Así funciona el negocio
Un trasladado en ambulancia a nivel local tiene un costo de 47 mil pesos, cifra no muy llamativa, pero de acuerdo con conocedores del tema la disputa entre ambulancias de las clínicas se da por el dinero que pueden obtener del Seguro Obligatorio de Accidentes de Tránsito, SOAT, por cada paciente, que va de 14 a 18 millones de pesos.

“El negocio es la clínica. Siempre ha habido ambulancias de la red pública y privada, pero las clínicas descubrieron que el negocio es que la ambulancia le meta todos los pacientes posibles a su clínica, la ambulancia sólo es un medio”, sostuvo Juan José Gutiérrez Galvis, gerente de Ambulancias Proyectar.
Además precisó que en las clínicas a los pacientes les hacen todos los estudios e intervenciones, pero cuando se acaba la cobertura del SOAT, sino tiene EPS, los trasladan al Hospital Rosario Pumarejo.

Con fundamento en su larga experiencia en el negocio de las ambulancias, recalcó que los conductores de estos vehículos asistenciales no pueden infringir las normas de tránsito como exceder límites de velocidad u omitir las señales de ´Pare’, porque pueden ocasionar otra calamidad igual o peor a la que la que están atendiendo.

Ambulancias infractoras
En lo que va corrido del año, la Policía ha impuesto comparendos a 14 ambulancias en el Cesar por infracciones como exceso de velocidad, omitir señales de ‘Pare’ y maniobras peligrosas.

“Lo más común es el exceso de velocidad, prenden las sirenas sin llevar pacientes, sólo para salir de los trancones y en carretera hemos tenido varios casos, donde los sorprendemos omitiendo todas las señales de tránsito y en el momento de revisarlos no llevan a nadie”, afirmó el mayor Edwin Angarita, jefe de la Policía de Tránsito y Transportes seccional Cesar.

Cinco ambulancias han tenido accidentes de tránsito durante este año en este departamento, uno de los más recientes y graves ocurrió el pasado 27 de noviembre en la vía Valledupar- Río Seco, donde la ambulancia con placas ZYQ-629, arrolló a dos motociclistas que se encontraban parqueados con sus vehículos en la berma, resultando muerto uno de ellos identificado como Oliver Jesús Maestre, de 45 años.

¿Sabía usted que…?
Hay dos tipos de ambulancias: Las TAB, traslado asistencial básico y las TAM, traslado asistencial medicalizado. Las primeras tienen un valor en el mercado que oscila entre 130 y 140 millones pesos, mientras que las segundas en 240 millones.

58 ambulancias circulan en Valledupar dispuestas para contingencia y emergencias, 21 de transporte asistencial básico y 37 medicalizadas, de las cuales nueve corresponden a la red pública y 49 de la red privada.

Por Martín Elías Mendoza / EL PILÓN

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