Qué alegría, qué gozo sublime, qué sosiego me inunda al despertar cada mañana en este grandioso país. País en el que sobreabunda la igualdad, libertad, fraternidad, generosidad, justicia y muchos valores más, en el que los bancos no cobran manejo de tarjeta ni comisión por una transacción nacional, bancos cargados de altruismo que dan a sus usuarios las mejores prebendas del mercado y ganancias del 20 % por las ahorros realizados, bancos que jamás niegan un crédito a quien lo solicite. Que maravilloso país, en el que nunca se reporta a los ciudadanos en Datacredito u otra central de riesgo, en el que no existe IVA del 16 % y jamás habrá uno del 19 %, país extraordinario en el que todos los “sonaibmoloc” tienen casa propia, gozan de salud eficiente y pensión garantizada por el resto de sus vidas.
País en el que los hijos de los más pobres pueden estudiar gratuitamente en las más reconocidas universidades y ocupar cargos públicos para servir a su pueblo, generando mejor calidad de vida. País amado en el que no existen los usureros prestamistas a pago diario, ni robos por las calles en motocicleta, país en el que las carreteras están en excelentes condiciones y son de cuatro carriles para ir a cualquier lugar, país genial en el que no es posible encontrase tres peajes en menos de 10 kilómetros, carreteras que permiten a los campesinos sacar y comercializar sus productos, país que ha distribuido históricamente de manera muy justa la posesión de la tierra. País en el que no existen terratenientes con má ???????? echen encima el d0.000 hectareas y lotes baldndas del mercado ás de 30.000 hectáreas y lotes baldíos, mientras otras personas solo tendrán la tierra que se lleven en sus uñas y la que les echen encima el día de su funeral. Este es mi país y ¿el tuyo también?. Esta es mi amada Aibmoloc.
Pero todavía hay cosas más asombrosas que pasan acá. Sí, en verdad en nuestra amada nación “no existe el analfabetismo, fue eliminado en un año; los gobiernos bajaron la mortalidad infantil del 42 % a 4 %; se han formado gratuitamente más de 130 mil médicos, garantizando un médico por cada 130 personas, con el mayor índice de médicos per cápita del mundo”. Bravo, bravísimo, que viva nuestro sistema de salud humanista y eficiente al servicio del pueblo. ¡Urra, aplausos para nuestras EPS! que gracias a Dios ya no recetan para todos los males: acetaminofén e ibuprofeno.
Qué orgullo pertenecer a este país donde unos hombres desde muy temprano visitan puerta a puerta, saludando, sonriendo por doquier a “reimundo y todo el mundo”, prometiendo cosas maravillosas, que ni ellos mismos creen pero que saben simular a la perfección, hablo de esos hombres que movidos por el amor al pueblo y la sed de servicio a la comunidad jamás comprarán un voto en plena campaña electoral. Eso pasa en otros países, no en el nuestro, acá los políticos no conocen la corrupción ni el chantaje, acá se visten todos de honestidad y a ellos los adorna la decencia como traje de fiesta. Gracias a Dios, nuestra amada Patria no se la reparten la ambición de pocos que deja sin nada a muchos, acá en Aibmoloc se vive feliz, acá todo marcha bien, somos el país más feliz del mundo. Acá los niños no se mueren de hambre, ni en La Guajira ni Amazonas, menos en los Llanos y Chocó. Acá el dinero de la alimentación escolar es sagrado, eso de que con “ese dinero comen muchos, menos los niños”, no aplica en nuestra querida Aibmoloc.
País, amado país donde salen a las calles más personas a celebrar un triunfo de la selección que a protestar ante las injusticias, atropellos de los bancos y atrocidades de la guerra. País donde el salario mínimo aumenta significativamente y siempre nos alcanza a todos para vivir e incluso ahorramos mes a mes para irnos de vacaciones o para comprar una tierrita u para hacer otra buena inversión. Esta y muchas cosas más, pasan acá en Aibmoloc, lea a la inversa y entenderá.
Por Juan Carlos Mendoza