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Álvaro León Vidal Martínez

Por: JOSÉ M. APONTE MARTÍNEZ
Agosto de 2012
Ayer en la mañana en la Plaza de las Madres cuando fui a comprar El Tiempo y El Heraldo, encontré un grupo de personas que alborozadas comentaban la hazaña conseguida por el taekwondoga, Oscar Muñoz al ganar una medalla de bronce; pero comentaban también sobre el cachaco o japonés que había hecho el respectivo reclamo como entrenador y por eso voy a explicar de quien se trata:
Se trata de Álvaro León Vidal Martínez, mi hermano primo, mi primo hermano, nació en Villanueva, borracha Villanueva que tanta gloria le ha dado a Colombia. Hijo de Rufino Vidal Márquez y Amanda Martínez Cuadrado, nieto de Monchito Vidal y Teresa Márquez, riohacheros, y Rafael Martínez Daza y Tive Cuadrado Quintero, también mis abuelos maternos; sus hermanos son: Teresa, Hernán “Nan” Abogado, Lucilda, Educadora Profesional, Manuel Ramón “Mon” Matemático y Profesor Universitario, Rufino José “El Morro” burócrata y pensionado, Jorge, Ingeniero Electrónico, también taekwondoga, y en el momento se encuentra en Londres en calidad de Tesorero General de la Federación Nacional de ese Deporte y Karina, también Enfermera Profesional; tuvieron la dicha de tener otros papás a quienes cariñosamente les llamaban Papá Chemanel y Mama Uchinda, mis padres José Manuel y Lucinda.
Todos estudiaron y todos, a excepción de Álvaro, se hicieron profesionales que como decía su mamá “ese loco no quiere estudiar, se la pasa brincando y tirando patadas al aire, yo no se como voy hacer porque además por lo hiperactivo que es se la pasa comiendo, con razón Lucilda le dice “La Langosta”.
A pesar de todo, alternando el taekwondo y el estudio se hizo bachiller y hasta ahí llego porque resolvió dedicarse de lleno a esa actividad y comenzó a figurar a nivel nacional en cuanto campeonato había y a traer al Cesar medalla especialmente de oro, pero los recursos económicos eran escasos, pues no había liga y se le ocurrió fundar una academia y me dijo que le prestara un pequeño patio pavimentado que había en la casa donde
yo vivía en el barrio Novalito, le dije que si y así nació la Academia de Taekwondo Novalito y sus primeros alumnos fueron mis hijos José Manuel y Hernando José, Fernando Iván Meza Morón, Camilo Andrés Lacouture, Darío José Pavajeau, José Rodríguez Fuentes, Nito y Javier Román, Rodolfo Campo Cuello y otros que no recuerdo, quienes pagaban la módica suma de $500 mensuales con lo cual Varo recogía entre cinco y seis mil pesos libres, pues no tenia ningún gasto; pesos estos que como buen Martínez religiosamente guardaba sin gastar un céntimo y que le sirvieron para mudarse cuando Mercy resolvió decirle que ya era hora de buscar otro local pues el espacio era insuficiente, cuando la verdad era que ella no aguantaba más pues en nuestra nevera a pesar del perol de agua de panela que todas las tarde se les brindaba, no había jugo fruta o comida que parara pues estos muchachos, todos vecinos y familiares con Álvaro a la cabeza los devoraban.
De ahí se mudo para el Callejón de los Quinteros e hizo “sociedad” con otro pariente gomoso de este, deporte que tenia buenos recursos económicos, Armando Daza Daza Noguera Martínez, quien a la postre le cedió La Academia que hace muchos años funciona en la esquina de la calle 12 con carrera 6ª, también se hizo profesional y actualmente dicta clase de Educación Física y Deporte en la Popular del Cesar.
Álvaro ha estado en la China, Corea, Brasil, Argentina, Estados Unidos, Canadá, México, Venezuela y Aruba, siempre representando Colombia y siempre obteniendo premios que ya no caben en su casa y hoy en Londres, en representación de su país como entrenador, con carácter personalidad y conocimiento recupero para su pupilo Oscar Muñoz una corona que ya le querían birlar, cando su reclamo oportuno fue oído por los jueces.
Felicitaciones a Oscar Muñoz por su merecido triunfo y a Varo porque nos trae una satisfacción mas; aquí los esperamos para atenderlos como se merecen.
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P. D. Un mensaje a mi nieto Hernando José: Nando, a los ocho años ya llevas casi 20 medallas de oro ganadas en natación, nunca has sido vencido y si sigues así también puedes llegar a ser el mejor del mundo, pero para eso se necesita perseverancia y tenacidad. No lo olvides.

 

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