En Colombia el marco normativo para proteger el medio ambiente es tan grande como la desidia de los entes encargados para ese propósito, aunque es menester resaltar que a cada ciudadano le asiste compromiso con su hábitat a partir del uso racional del agua, la energía y de una conducta comprometida con el reciclaje de residuos sólidos y orgánicos.
Los informes sobre el cambio climático y el calentamiento de la tierra del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC), adscrito a la Organización de Naciones Unidas; ONU, son preocupantes y temerarios, en los últimos 100 años, la temperatura media de la superficie de la Tierra aumentó en 0,74°C.
El dato aparentemente es insignificante, sin embargo, es adverso para el ciclo hidrológico, el cual en consecuencia genera retención de más humedad, hace menos estable y produce más precipitaciones, en particular en forma de chaparrones. El aumento del calor también acelera la evaporación. El efecto neto de estos cambios en el ciclo hidrológico será una disminución de la cantidad y la calidad del abastecimiento de agua dulce en todas las grandes regiones. Por otra parte, el régimen de vientos y la trayectoria de las tormentas probablemente cambien. Previsiblemente aumentará la intensidad (pero no la frecuencia) de los ciclones tropicales, el viento alcanzará velocidades máximas más altas y las precipitaciones serán más abundantes. (IPCC)
No es necesario ser experto en formación ambiental para argüir que la ciudad de Valledupar está padeciendo los efectos del cambio climático: el aumento de la temperatura (38°-40° promedio) en mi parecer y entender no tiene precedentes en nuestra ciudad, como tampoco los movimientos telúricos de gran intensidad acaecidos durante el mes de marzo de la presente anualidad, es probable que la explotación minera esté coadyuvando produciendo fragmentación tectónica; asimismo, es alarmante el deshielo progresivo de la Sierra Nevada de Santa Marta.
El diagnóstico sobre el cambio climático mundial es apocalíptico, al respecto, las principales potencias económicas de la humanidad tenuemente han estructurado políticas para contrarrestar los efectos causados por el auge industrial; entre tanto, en nuestro país los anuncios e información del IDEAM, que advertían la inminencia del fenómeno del niño nos tomó con los pantalones abajo.
En valledupar, como ciudadanos en materia ambiental nos falta tolerancia, respeto y temor, y a las organizaciones responsables de esta actividad: gestión y diligencia. ¿Existen cifras que evidencien medidas sobre temperaturas máximas, medianas y mínimas en los últimos 20 años? ¿Cuál es la estación más cercana del IDEAM que pueda informar sobre esta estadística?
La misión institucional de CORPOCESAR, reza: liderar dentro del marco del desarrollo sostenible la gestión ambiental en su jurisdicción. ¿La están cumpliendo? Aunque nunca encuentre las respuestas, jamás dejaré de preguntar. Ana Basave.