Mostraré algunas incidencias de las elecciones del 27/10/19. Lo primero en decir es que los partidos tradicionales y nuevos, en su mayoría, se amalgamaron porque solos no podían competir y la mayoría de las gobernaciones y alcaldías las obtuvieron así, donde la responsabilidad administrativa se diluye y la exclusividad partidista se pierde.
Hoy, esos partidos constituyen una masa amorfa, clones adaptables a cualquier mecánica electoral para subsistir; ya el uribismo tiende a desaparecer. Por primera vez, desde José Miguel Pey, primer alcalde de Bogotá, llega una mujer a esa posición, la 797ª persona que ocupa este cargo en 200 años.
Este triunfo que representa a la comunidad LGBTI, es un indicador de que Bogotá tiene criterios firmes al momento de votar y le da al país y al mundo un ejemplo de tolerancia y civilidad. Mis respetos para esa valiente mujer que, pese a su condición, tiene más pantalones que muchos varones de Colombia. Yo hubiera preferido a Morris pero Claudia López hará una alcaldía de lujo.
En Medellín, un muchacho de 32 años derrotó al notablato y a los sectores más retardatarios de Antioquia; Daniel Quintero rompió un embrujo. En Bucaramanga, Cúcuta y Cartagena se impusieron las tesis anticorrupción y en Cali, pese a los refritos judiciales que le imputaban a Iván Ospina, este se alzó con la alcaldía por segunda vez, derrotando a la ñoñomanía valluna.
En Barranquilla y el Atlántico, ya se sabía, esa región gira alrededor del Junior y de los carnavales; aquí impera una satrapía plutocrática. En el Magdalena, Carlos Caicedo hizo moñona derrotando a los clanes más corruptos de esa región.
En Valledupar se repitió la historia de José Calixto Mejía y Ciro Pupo, Goliat y David. Del lado de Ernesto Orozco estaban todos los cacaos de la contratación, la maquinaria político-electoral, los fantasmas de la financiación de campañas, los áulicos de la ciudad, casi todos los aspirantes a concejos y asambleas, medios y todos los plañideros y mercaderes del voto.
Del lado del Mello Castro estaba lo que le dejaron, Ciro Pupo y Aba Carvajal, exalcaldes ya marchitos políticamente, el senador J. A. Gnecco, más un pequeño grupo de organizadores sin figuración política, poco determinantes, como Lina de Armas, José A.
Fuentes y otros héroes que pusieron todo de sí para propinarle una derrota inesperada al clan Ape -Tuto – Contratistas de parques, víctimas de su propia prepotencia. Algo por destacar es la votación obtenida por Claudia Margarita Zuleta, un prospecto a considerar en el futuro, independiente de quien la avale. Igual Miguel Morales que, sin tantos aspavientos sacó la 3ª votación, el folclor tiene su peso específico.
Las encuestadoras, en su mayoría fallaron; Yanhass, Guarumo y Datexco, que hacen encuestas telefónicas, son sesgadas; debe existir un mínimo de 85% de abonados para minimizar el margen de error.
Finalmente, en el Cesar y Valledupar, los grupos alternativos fracasaron, excepto en Aguachica; nuestra cultura política impide que la gente elija a la gente de sus entrañas, aquí las elecciones son un negocio. Sin una profunda reforma electoral y mayor formación política desde los planteles, los procesos electorales sin plata tienen pocas posibilidades.