Con bombos y platillos el Presidente de la República, Juan Manuel Santos Calderón ha anunciado, desde San Andrés Islas, que el presupuesto nacional de inversión para 2013 será considerable, en comparación con la tendencia de este rubro en años anteriores, y que bordeará los 40 billones de pesos, aproximadamente.
Se trata de una noticia positiva; y para analizar esa cifra hay que tener en cuenta que el presupuesto de inversión para 2011 fue de 32,7 billones de pesos, y para este año de 34 billones de pesos. Es un mensaje encaminado a comunicarle al país que su tercer año de gobierno será el año de las realizaciones, principalmente en el área social, en infraestructura y competitividad, entre otros rubros.
Teniendo en cuenta que el presupuesto general de la Nación para 2013 estará entre los 170 y los 175 billones de pesos, según han informado algunos congresistas, tiene un elemento positivo que el gobierno nacional esté dando ese mensaje, revelando una política encaminada a dinamizar la economía mediante la inversión pública, si se tiene en cuenta que en los dos primeros años de este gobierno la ejecución ha sido muy lenta y esta característica ha sido más pronunciada en los rubros de infraestructura, particularmente construcción de vías, puertos y aeropuertos.
Además, ha dicho el Presidente que ese crecimiento en el presupuesto de inversión de la Nación para 2013 se puede realizar, sin incurrir en un mayor déficit fiscal o en mayor endeudamiento. Lo primero que esperamos, como todos los colombianos, es que estos recursos se ejecuten de manera oportuna, adecuada y transparente, para que puedan cumplir sus propósitos en los sectores antes señalados. Que se blinden frente a los riesgos de la corrupción…
Cuando el ciudadano común y corriente oye hablar de estas cifras les parecen exageradas, pero están acordes con el Producto Interno Bruto (PIB) del país y el buen momento que pasa la economía nacional. Lo más importante, insistimos, es que esos recursos se contraten bien y lleguen a donde tienen que llegar y no se pierdan por las cañerías de la corrupción, como lamentablemente ocurre a pesar de toda la supervisión y los controles existentes.
Y como Región, confiamos en que la Costa Atlántica se pueda beneficiar con buena parte de estos recursos, teniendo en cuenta, insistimos, sus ingentes niveles de pobreza, indigencia y las grandes necesidades de buena parte de nuestra población, principalmente en materia de salud, educación, vivienda de interés social y promoción del empleo. Y ojalá El Cesar y Valledupar, en particular, puedan acceder a esas bolsas de recursos para apalancar tantos programas sociales que hoy dependen del gobierno central.
Finalmente, consideramos conveniente que el país debata los temas de la asignación de los recursos públicos, y además de hacerlo en el Congreso de la República, el escenario legal e institucional para ello, también se haga en otros foros, como los medios de comunicación, los eventos gremiales y la academia, etc.
Es bueno que se haga una pedagogía mínima sobre economía y finanzas públicas y que los colombianos sepan, por lo menos en líneas generales, a cuanto ascienden los ingresos del Estado, a cuanto sus gastos y de cuanto es el déficit o superávit, según el caso. Esta información es un insumo esencial de la democracia económica que requerimos para analizar, discutir y debatir sobre la calidad de nuestras políticas públicas. Bienvenido el debate y la discusión sobre el Presupuesto Nacional de 2013, ojalá en el mismo se tenga en cuenta una mayor equidad entre la Nación y las regiones, como tantas veces se ha pregonado pero -en la mayoría de las ocasiones- no se ha logrado.