- Bajos rendimientos tuvo la cosecha de algodón este año, situación que pudo obedecer a los cambios climáticos y el ataque de plagas y Spodoptera.
Lo cierto según los algodoneros, es que la cosecha fue mala en comparación a otros años.
Hernando Villarreal, productor del centro del Cesar explicó que los rendimientos estuvieron entre mil 200 y mil 300 kilos por hectárea, “fue muy pobre y estuvo así por todas partes, porque en Aguachica fue muy regular, en La Guajira lo mismo”.
Similar apreciación tiene Germán Orozco, algodonero de Aguachica, quien dijo que el verano afectó bastante el cultivo, por lo que no tuvieron los rendimientos esperados.
“No llovió en el segundo semestre como se esperaba, entonces estamos recogiendo una cosecha mala con costos altos. En otros años se recogía alrededor de dos mil 600 kilos por hectárea y ahora estamos entre mil 800 y dos mil kilos”, afirmó Orozco.
En el sur del Cesar hubo mucha presencia de mosca blanca, además del mal tiempo que no permitió que las plantas se desarrollaran como se esperaba.
Lo que viene
El ataque del picudo fue uno de los factores que conllevó a que se dispararan los costos de producción, por lo que el gobierno departamental a través de la Secretaría de Agricultura prepara una campaña de erradicación.
El jefe de la Agricultura en el Cesar, Carlos Muñoz Pérez manifestó que ya tienen lista la campaña para la destrucción de soca y colocación de trampas para la captura del picudo.
“Es una inversión de 130 millones de pesos la que hará el Departamento para el control sanitario, esto debido a que se bajaron los rendimientos, aunque todavía no hay nada oficial, porque estamos a la espera del informe que nos envíen las desmotadoras”, afirmó el funcionario.
El proyecto está listo y se espera que la próxima semana se priorice para que arranque la campaña.
Empezó mal
La cosecha de algodón empezó mal desde el principio, debido a que el gobierno se demoró en dar precio de sustentación y pidió bajar el área.
Muchos productores se abstuvieron de sembrar, mientras que otros por vocación algodonera se arriesgaron, pero sembraron menos, de ahí que se haya reducido en un 60 por ciento el área.
Para colmo de males, el gobierno redujo en 140 mil pesos el precio de sustentación de la tonelada de algodón fibra, por lo que desde el principio no fue el mejor año para este cultivo del que muchos se niegan a salir.
Desde principio de cosecha, el panorama fue negro para el ‘oro blanco’, debido a que se bajó el precio de sustentación, se redujo el área y ahora los rendimientos fueron pocos.