“A mí me dicen el prodigio, porque causo admiración, miren como canta este niño, miren como toca su acordeón”.
Cantaba a la edad de 4 años con su acordeón dos hileras en la cantina de ‘Doña Pura’, Paloquemao Sabanas de Beltrán, Sucre, Colombia. Allí el 17 de Abril de 1943 nació el prodigio, orgullo de Alfredo Enrique Gutiérrez Acosta y Dioselina de Jesus Vital Almanza. Aprendió tocando la piña madura y canciones de Luis Enrique Martínez, Abel Antonio Villa y Pacho Rada, que oía en una vitrola de manigueta.
Por su forma magistral de interpretar el acordeón y cantar se conoció rápidamente contribuyendo así con el sustento de su casa, ejemplo de superación y actitud frente a la vida. Siguió cantando y tocando en Barranquilla en buses urbanos, recogiendo propinas. A los 10 años de edad conformó ‘Los pequeños vallenatos’, iniciando así su carrera musical. Con Calixto Ochoa y César Castro fundó ‘Los Corraleros del Majagual’, idea de ‘Toño’ Fuentes, propietario de discos Fuentes.
Concursó por primera vez en el Festival Vallenato, pero tenía resistencia por su forma de tocar, retirándose del evento, un locutor por ese hecho le colocó el apelativo: “El rebelde del acordeón”. Concursó nuevamente con obstáculos, pero fue más fuerte la perseverancia que los intríngulis; subiendo a la tarima le lanzaron piedras, que se convirtieron en aplausos cuando sonó su acordeón con el paseo ‘La loma’, convenciendo con su destreza y cadencia, coronándose como Rey Vallenato 1974. Nuevamente es Rey Vallenato 1978 y sigue concursando hasta convertirse en Tri-Rey Vallenato 1986, único acordeonero con ese galardón.
Ganador de dos concursos de acordeón en Alemania 1991-1992, donde motivó a cantar a los alemanes ‘Festival en Guararé’, un certamen donde participan todos los países del mundo donde el único requisito es tocar música de su país en acordeón. Ganador de siete Congos de Oro en el Carnaval de Barranquilla, exaltaciones, homenajes, distinciones, entrevistas, etc.
Motivado por ver la actuación del causante que yo aprendiera a tocar acordeón, el sábado 23 de septiembre de 2017, salí hacia Villanueva, con mi esposa Janeth Jacquin, fundadora de Janeth Jacquin Stetic, mi gran amiga Claudia Pulido, presidenta de Tejedora de Sueños, su hijo Andrés Felipe, propietario de NesaGaviria, Juan Pablo Bedoya gran productor cinematográfico y Jeivinson Fontalvo conductor, que nos alegró el viaje cantado vallenatos; con el objetivo de ver su actuación en el 39 Festival Cuna de Acordeones, donde le brindaban un merecido homenaje. Me causó admiración su impecable actuación, voz afinada en tonos altos que a su edad es casi imposible, notas con verdadero sabor vallenato, carisma y disciplina, tocando y cantando: ‘Festival en Guararé’, ‘Anhelos’, ‘Ojos indios’ y otros éxitos cautivando a un público exigente. Alfredo se sobró, como decimos en nuestro argot popular. Músico polifacético, grabó: Violines vallenatos, arpa vallenata, guitarra hawaiana, rancheras, etc. Llevó el vallenato al exterior, único artista que toca acordeón con los pies, es un juglar vallenato, por las venas de Alfredo Gutiérrez no corre sangre, sino música, Alfredo Gutiérrez prodigio del acordeón vigente.
Por Marvin Jesús Cuel Baute
marvincuel@hotmail.com