De las políticas sectoriales que generan impacto en una entidad territorial, me gusta la de agua potable y saneamiento básico; de hecho, es fácil entender que el servicio de agua está ligado al primario de salud, la deficiente calidad del agua se refleja recurrentemente en los indicadores de salud pública.
La prestación del servicio de acueducto y alcantarillado para un municipio es fundamental, así como determinar las coberturas. Lo mínimo es que un municipio prevea que el agua suministrada es apta para el consumo humano y que le de un buen tratamiento a las aguas residuales.
Seguramente las nuevas generaciones de cesarenses desconocen que existió en el país un Instituto de Fomento Municipal – Insfopal, creado a mediados del siglo anterior, tampoco tendrán presente que era la entidad pública del orden nacional, encargada de la construcción, operación y mantenimiento de los acueductos y alcantarillados de los municipios. Los menores de 40 años de Valledupar y de los distintos municipios del Cesar es altamente probable que ignoren que dicha entidad tuvo de director a Alfonso Araújo Cotes, quien impulsó el desarrollo de obras importantes para la capital del Cesar y los distintos municipios de este departamento.
De los cargos que desempeño Araújo Cotes, el que para mi gusto marcó en términos de ordenamiento urbano a Valledupar, fue el de director de Insfopal, así lo destaca el economista Jaime Bonet Morón, en su libro “Planificación urbana en América Latina: el caso de Valledupar”. El hombre de temperamento fuerte Alfonso Araújo Cotes, inicio su gestión en Insfopal en el gobierno de López Michelsen y la culminó en el de Turbay Ayala. Y aunque no soy experto en el tema, tengo claro que Valledupar le debe mucho a Insfopal y a Araújo Cotes en lo que a plan maestro de acueducto y alcantarillado se refiere, lo cual fue de especial relevancia en el crecimiento de esta ciudad.
Pero no solo a Valledupar desde Insfopal le sirvió Alfonso Araújo Cotes, también a los municipios de La Paz, Codazzi, Bosconia, Pailitas, Aguachica, Río de Oro, San Diego y Manaure, donde su mano se ve en cuanto a agua potable y saneamiento básico y las ejecutorias de las correspondientes obras civiles.
Que bueno recordar al todavía vigente Araújo Cotes, en términos de crecimiento de una ciudad como Valledupar, de redes de acueductos en distintos municipios del Cesar, de servicio de alcantarillado, de la optimización en la cobertura de servicios públicos, de planes maestro de acueducto y alcantarillado. De transformación que generó y de recursos que fueron destinados a la financiación de obras para la optimización de mucha de la infraestructura de acueducto y alcantarillado de este departamento.
Con errores y defectos, seguro con equivocaciones, pero con muchas virtudes, Araújo Cotes, sirvió como gestor de política de saneamiento básico y agua potable para el Cesar.