Desde que el Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales, Ideam, anunció que los últimos meses del año estarían acompañados por lluvias torrenciales, los habitantes de la margen derecha del río Guatapurí no han tenido tranquilidad y con el pasar de los días ven con preocupación como las fuertes corrientes amenazan con dejarlos sin sus viviendas.
Según registros, en la margen derecha del Guatapurí están ubicados nueve barrios subnormales, y solo en el sector del Nueve de Marzo, 130 familias están en riesgo de perderlo todo si el río Guatapurí continúa golpeando con fuerza de manera peligrosas a las viviendas y cambuches construidos en la zona.
“La situación tiene muy preocupados a los habitantes que viven pegados a la orilla del río. Cuando llueve el cause aumenta y se mete a las casas. Hasta el momento son por lo menos 30 familias de la margen derecha quienes están buscando un lugar donde vivir porque la situación se les volvió insostenible; las personas que no tienen a donde ir les toca vivir con la preocupación de que el río en algún momento se lleve lo poquito que tienen”, señaló Evelin Calderón líder del Nueve de Marzo.
Calderón señaló que hasta el momento ningún ente ha llegado a la zona para entablar diálogos con las familias que, según la líder, “duermen con un ojo abierto y otro cerrado” a raíz de lo que pueda suceder en medio de las emergencias surgidas cada vez que llueve, pues el miedo se apodera de los habitantes.
No obstante, instituciones como la Cruz Roja y la Organización Internacional para las Migraciones, OIM, se han acercado a la margen derecha para prestar su apoyo, pero la comunidad hace énfasis en la presencia de los entes del gobierno.
Entre tanto, según el secretario de Gobierno municipal, Luis Galvis, desde que inició la emergencia, la Secretaría de Gobierno, junto a el equipo de Gestión del Riesgo ha estado verificando las condiciones de la margen derecha del río Guatapurí, que debido al crecimiento de las aguas afectó a varias familias.
En ese sentido, Gestión del Riesgo recomendó a los lugareños abandonar de manera provisional sus hogares y refugiarse en casa de familiares para evitar que la emergencia se traduzca en afectaciones mayores.
“¿PARA DÓNDE IREMOS?”
Mientras la institucionalidad hace recomendaciones para que las familias salgan temporalmente de las viviendas donde se encuentran, en contraste, algunos residentes señalan que no tienen adonde ir dada su condición de migrantes, por lo que dejar sus moradas, a sabiendas que se encuentran en riesgo, sería volver a empezar y enfrentar nuevas dificultades.
“Al ser población migrante no tienen a donde ir y por eso se instalaron en esta zona. Ellos saben que se encuentran en riesgo permanentemente, pero a raíz de su situación es imposible que se vayan; muchos no tienen familiares aquí (la ciudad) y quienes los tienen viven juntos todos”, agregó Calderón.
Y entre los habitantes extranjeros que se instalaron en la margen derecha del río Guatapurí al no tener a donde ir, José Baptista es uno de ellos, quien llegó a Valledupar huyendo de la crisis en su país, pero ahora, las corrientes del furioso Guatapurí amenaza con sacarlo de la vivienda que ha construido con el pasar del tiempo.
“Yo llegué con mi familia hace cuatro años dando vueltas por toda Colombia buscando oportunidades de sacar a mis hijos adelante, pero llegamos a Valledupar, nos instalamos en esta pequeña casita que hemos hecho con cartones, plásticos y cositas que nos dan los vecinos… la verdad sería duro que nos tocara irnos porque estar aquí y perderlo todo de la noche a la mañana es duro. Ojalá que las instituciones (Gobierno) se acuerden de nosotros, de la población migrante y de las personas que viven aquí soportando angustias y zozobras al no saber lo que pueda pasar, o si el río se va a meter y llevárselo todo”, dijo el habitante José Baptista.
SOBRE LAS INVASIONES
Con relación a los asentamientos que han proliferado en Valledupar, el pasado 28 de octubre la Secretaría de Gobierno sostuvo una reunión con inspectores urbanos de la ciudad, donde uno de los puntos tratados fue elaborar planes de trabajo, en los cuales está la recuperación de los territorios invadidos ya sean públicos o privados.
“En la reunión les solicitamos a los inspectores mayor celeridad en la elaboración de los procesos en los que la fuerza pública ha manifestado su apoyo dado que estos son procesos en los que confluyen distintas instituciones; sin embargo, en estos lugares hay que proteger los derechos de las personas que se encuentran invadiendo como lo son adultos mayores y niños, es por ello que en estos casos no solo deben tomar parte las autoridades sino también entidades como la Personería, Defensoría del Pueblo y Bienestar Familiar”, expresó Galvis.
POR: ROBERT CADAVID | EL PILÓN