Un llamado a las autoridades ambientales para que pongan freno al deterioro de la cuenca del río Cesar, hizo el gobernador Luis Alberto Monsalvo, quien este fin de semana hizo un recorrido por el afluente con el fin de inspeccionar el estado en que se encuentra por el vertimiento de aguas residuales.
El mandatario, quien hizo un viaje en lancha desde la zona alta del río hasta el punto donde se vierten las aguas residuales de Valledupar, dijo que el daño ambiental genera condiciones graves para los pescadores que van perdiendo las posibilidades de ejercer su actividad, para los propietarios de fincas que ni siquiera pueden permitir que sus animales beban de esta agua y repercute también sobre el medio ambiente y para la salud de quienes habitan en las cercanías del río.
Desde allí, Monsalvo Gnecco alertó sobre la grave situación e hizo un fuerte llamado a los entes competentes, para que asuman la responsabilidad, tomen las medidas necesarias, y eviten que el río Cesar sufra mayor afectación. "Es necesario dar una solución efectiva y definitiva a la situación porque a futuro los problemas de agua potable serán muy graves ", afirmó el gobernador, quien advirtió que corresponde a Corpocesar ejercer la vigilancia y control sobre este y los demás recursos naturales del Cesar.
Señaló el gobernador que "Este es uno de los ríos más importantes y no lo podemos convertir en una cloaca. Por eso llamamos la atención a los encargados de estos temas y el primer llamado es para Corpocesar que como entidad defensora los ecosistemas, tiene que hacer todos los trámites y requerimientos para buscar solución a este problema".