Para detener el crecimiento de la población del molusco Achatina Fulica, conocido como caracol gigante africano, la Corporación Autónoma Regional del Cesar, Corpocesar, adelanta capacitaciones en coordinación con la Secretaría de Salud Municipal, donde se concluye que es una especie invasora que constituye una amenaza porque trasmite parásitos y bacterias que pueden causar la muerte a las personas.
Debido a la situación de alerta, el Consejo Municipal de Gestión del Riesgo y el Comité de Emergencia de Salud de la Secretaría Municipal convocaron a las autoridades competentes para que participen en el propósito de establecer y fortalecer los mecanismos de intervención.
Corpocesar presta el apoyo técnico y jornadas de actualización a los agentes primarios de salud y técnicos ambientales con el fin de que estén al tanto de la situación y socialicen con la comunidad sobre la amenaza que representa esta especie. Lo que se busca que las intersectoriales con las alcaldías, las Umata (Unidad Municipal de Asistencia Técnica Agropecuaria) y líderes comunitarios de los municipios en que hay registros del caracol africano, conozcan sus características fisiológicas y morfológicas.
El caracol africano tiene resistencia para sobrevivir en cualquier ambiente y a alimentarse casi de cualquier cosa, especialmente de materia fecal, animales en descomposición y basura. El molusco alcanza su madurez en cinco meses y al reproducirse pone de 100 a 400 huevos.
“Su presencia se ha convertido en una amenaza, dado que puede cobijar nematodos, parásitos que se alojan en tejidos fibromusculares; además, sus secreciones pueden causar meningoencefalitis eosinofílica y angiostrongiliasis abdominal, transmitida por la angiostrongylus cantonensis, lombriz que parasita los pulmones de las ratas”, explicó el veterinario Marino Zuleta.
Tras advertir a la comunidad sobre su incremento, el director de Corpocesar, Kaleb Villalobos, expresó que han atendido diferentes sectores y se ha encontrado en solares y lotes sin desmontar como Candelaria Norte y específicamente en los barrios Los Cocos, La Esperanza, La Popa, Las Marías y el conjunto residencial Citaringa.
Recomendaciones
Recomendaciones para el manejo del caracol gigante africano:
1- No tocar los caracoles y evitar el contacto con la baba, especialmente en ojos, nariz y boca. Si lo toca, lavar inmediatamente.
2- No consumir, ni manipular productos de caracoles que no están autorizados por las autoridades competentes, verificando la procedencia de estos.
3- No utilizarlo como carnada, mascota o adorno.
5- Eliminar de los jardines restos de madera, tejas y ladrillos o elementos que puedan ser utilizados como refugio por el caracol.
6- En caso de ser necesario, tomar los caracoles con guantes impermeables, tapabocas y colocarlos en una bolsa, meterlos en agua con el agregado de sal común y enterrarlos. Los guantes utilizados deben ser desechados.
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