Tras el cerramiento de las sedes de los barrios La Nevada, Los Mayales y San Joaquín, los usuarios del Hospital ‘Eduardo Arredondo Daza’ en toda Valledupar se han visto orientados a los servicios ofrecidos en la sede del barrio El Carmen, situación que lo tiene al borde del colapso pues sobrepasa su capacidad de atención.
Luego de la última reunión de la junta directiva de este centro asistencial, realizada el pasado viernes, se tomó la decisión de que tanto el alcalde municipal, Augusto Ramírez Uhía, como su secretaria de Salud, Claudia Zuleta Murgas, inspeccionaran las condiciones de cada sede, recorrido que inició ayer en horas de la mañana con la sede de El Carmen, a donde también llegó EL PILÓN y constató las quejas ciudadanas en torno a los servicios prestados.
Largas filas, que comienzan en la puerta de la sede e incluso han llegado a la esquina, para poder acceder a los servicios de salud, así como las demoras en facturación y citas pues solo hay dos funcionarios que atienden ambas áreas, fue los que se observó en el recorrido, lo que reflejó molestias entre los usuarios que exigen que no se les haga perder tiempo.
En la inspección también estuvieron presentes veedores ciudadanos y de la Asociación de Usuarios del Head, que comentaron igualmente las denuncias que les han llegado de la ciudadanía a sus oídos. Álvaro Cervantes, veedor del Head sede San Martín, manifestó que “se están llevando los medicamentos por culpa de terceros, llegan personas que tienen asignadas con carnets de otras personas y los médicos les dan fórmulas para que ellos reclamen esas medicinas, las sacan y las venden por la calle. Eso pasa en la sede de San Martín”.
Entre tanto, Edilberto Domínguez, miembro de la Asociación de Usuarios del Head El Carmen, señaló que debido al incremento de usuarios allí, “los controles de planificación familiar, crecimiento y desarrollo, embarazo, toda esa población se nos ha venido de otras sedes y tenemos muy poca capacidad. La otra situación es que los frotis vaginales lo estaban realizando en el área de Coordinación, y la nueva coordinadora dijo que no se iban a hacer más ahí porque esa oficina era para Coordinación, no para frotis”, contó.
Adicionalmente, Domínguez reveló a la secretaria de Salud el mal estado de los baños públicos: el de hombres está cerrado desde hace tres meses y el de mujeres solo sirve un sanitario. “No hay sillas suficientes en la sala de espera, entonces a la gente le toca hacer cola e ir entrando de cinco en cinco, mientras tanto tienen que aguantar sol en la parte externa del Head”, aseveró.
Incremento de costos
Wilmer Carrillo, miembro de la Junta Directiva del Head en representación de los usuarios, explicó que por la situación del centro asistencial, los usuarios ubicados en los barrios cercanos a la sede de Los Mayales, cuyo cierre fue ordenado por el Ministerio de Salud por no cumplir con las normas de infraestructura en salud, pertenecen a estratos bajos y deben, incluso, dejar de invertir en alimentación para poder pagar los 4 mil pesos que cobran dos mototaxis para poder cumplir las citas médicas.
“Ayer en visita en el centro de salud de Los Mayales observamos a tres niños llegar para realizarse su control de crecimiento y desarrollo, y como no les habían avisado que los controles los trasladaron para la sede de El Carmen, por falta de recursos la mamá no los pudo traer hasta acá”, indicó Carrillo. Por esa razón, sostuvo que debería haber excepciones en cuanto a la reorientación de los servicios, pues a la comunidad se le debe facilitar el acceso.
Culminó el miembro de la junta directiva del Head señalando que es necesario que el alcalde Ramírez Uhía se apersone de esta situación, ya que la sede de El Carmen exige pronta ampliación.
¿Persecución laboral?
Cristóbal Hurtado, veedor municipal y departamental en salud, expresó que los empleados de esta sede del Head no están notificando quejas porque se están cuidando de que no los echen de sus puestos. Agregó que es una prioridad el área de Urgencias, que debe ampliarse en el primer piso, por lo que se requeriría negociar los predios de propiedad de una reconocida familia vallenata, para que sea construida esta área.
Una de las empleadas del Hospital Eduardo Arredondo sede El Carmen, que pidió la reserva de su nombre, contó a EL PILÓN que lo que sienten actualmente los empleados es una persecución laboral por parte de la nueva jefa de enfermeras, María Meza, quien anteriormente había laborado en otras sedes del centro asistencial, donde al parecer tuvo inconvenientes por el no cumplimiento de su horario laboral.
Sin embargo, “aquí nos tiene presionados con las horas de llegada y lo peor es que nos hace trabajar más de las horas pactadas en el contrato. Súmele a eso que muchos empleados vinculados a cooperativas están sin contrato, vienen a laborar para tratar de cuidar el puesto”, concluyó.
Tres sedes del Hospital Eduardo Arredondo Daza en el casco urbano de Valledupar se encuentran cerradas.
Fotos Leonardo Alvarado
Por Jennifer Del Río Coronell
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