Hace ya casi cinco años vengo trabajando como docente y en todo este tiempo me he cuestionado sobre la forma apropiada de motivar a los jóvenes en el ámbito académico, en especial hacia la investigación, aspecto que hoy por hoy posee muchas debilidades, principalmente en nuestra región.
Hoy, después de todo de este tiempo he encontrado una respuesta en Alejandra Izquierdo.
Es una brillante estudiante indígena de sexto semestre del programa de Ingeniería Industrial en esta Universidad, nació hace 23 años en la región de Jerwa, en la Sierra Nevada de Santa Marta y a su corta edad hace parte de la organización Asoanei, que integra a 700 familias indígenas de cuatro etnias: Arhuacos, Koguis, Kankuamos, Wiwas y campesinos de esta región, productores de cafés orgánicos especiales bajo una filosofía de agricultura ecológica sostenible y promoviendo la permanencia cultural de las comunidades indígenas y campesinas de la Zona Norte de Colombia.
La implementación de programas y proyectos en pro de la comunidad y la mejora de los procesos productivos, ha llevado a Alejandra a liderar interesantes iniciativas articulando la empresa con la academia. Es así, como esta joven indígena ha jugado un papel clave cómo líder motivadora de un grupo de jóvenes que han conformado junto con su docente, un grupo de investigación dedicado a trabajar en estos ejes, así como en otros temas orientados a la mujer, el relevo generacional, la equidad de género y el comercio justo.
El pasado 25 de febrero Alejandra fue conferencista invitada en la tercera versión del Foro Women Working for the World en la ciudad de Bogotá, en donde realizó una extraordinaria ponencia al lado de otras conferencistas de talla nacional e internacional, tales como Pat Mitchell, Laura Turner, Joy Hamilton, Celina Realuyo, Catalina Escobar, Natalia Ponce de León, Martha Ordoñez, Fanny Lu, entre otras.
En su ponencia, Alejandra destacó la labor que viene realizando su organización mediante la implementación de programas y proyectos sostenibles que garantizan el cuidado y conservación de los recursos naturales, al mismo tiempo que mejoran las condiciones de vida y el legado ancestral de esta cultura. Así mismo hizo énfasis en la labor de responsabilidad social hacia la comunidad, y la importancia del vínculo con la academia en proyectos de de investigación que permitan el aumento de la productividad, la mejora de las calidades del café y la diversificación, beneficiando a clientes como a productores, generando progreso y desarrollo para la región.
Por Milagros Patrón
Docente Udes Valledupar