Es inconveniente que el secretario de educación de Valledupar haya ordenado el cierre del aula multigrado de preescolar y primaria para niños (as) sordos que funcionaba desde hace 12 años en la escuela del CDV (Centro de Desarrollo Vecinal), anexo al colegio José Eugenio Martínez, porque no ha legalizado ante el Ministerio de Educación la creación de esa aula.
Quedan afectados 19 niños quienes están ahora a la deriva, porque no tienen docente bilingüe bicultural, como dice el Decreto presidencial 1421 del 2017 y como lo han explicado varias veces funcionarios del Instituto Nacional para Sordos (Insor). Son infantes vulnerables por su discapacidad y ahora se les está vulnerando el derecho a la educación pertinente.
Valledupar da un mal ejemplo para proteger los derechos fundamentales de los niños, de quebrantar también su discapacidad y su anhelo educacional. Si el secretario de educación de Valledupar se equivocó en tal decisión, está a tiempo de corregir, ordenando reglamentar el aula como lo recomienda INSOR. Se recuerda que un Aula Bilingüe Bicultural es solamente para básica primaria. Debe tener una maestra Bilingüe en Lengua de Señas Colombiana, certificada y reconocida por el MEN y un modelo lingüístico (quien refuerza y enseña la lengua de señas).
Ya hay ciudades delante de nosotros en estos temas de inclusión que debemos copiarnos para el beneficio de los niños en Valledupar y el Cesar. Ciudades como Rio Negro, Barranquilla, Cali y Bogotá ya tienen legalizadas esas aulas ante el MEN y trabajan en armonía, como debe ser. Corresponde ahora que, el alcalde o el secretario de educación reparen el error para salvaguardar a los 19 niños y no violentar sus principios y derecho constitucionales.
Como se ordena en el Decreto 1421, la oferta bilingüe bicultural para población con discapacidad auditiva, Modalidad Bilingüe – Bicultural es aquella cuyo proceso de enseñanza – aprendizaje debe ser
en Lengua de Señas Colombiana – Español, como segunda lengua. Entonces, “las alcaldías deben destinar establecimientos educativos regulares, en los que se debe contar con aulas paralelas y docentes bilingües que impartan la formación en lengua de señas, y otros apoyos tecnológicos, didácticos y lingüísticos requeridos, entre los que están los intérpretes de Lengua de Señas Colombiana y modelos lingüísticos”.
En este sentido y en una clara defensa y amparo de los niños, la Corte Constitucional se ha pronunciado al respecto y ha sido categórica e inflexible en sus jurisprudencias. Se podrían destacar las sentencias T-743 de 2013, T-137 de 2015 y T-105 de 2017 en donde explica que el núcleo esencial del derecho a la educación está conformado por cuatro elementos: la aceptabilidad, la adaptabilidad, la accesibilidad y la disponibilidad, los cuales deben ser respetados por el Estado, la sociedad y la familia. Por lo tanto, tienen la herramienta legal sobre la mesa, la disponibilidad humana. Que la administración revise con su equipo de jurídica y ordene la restauración del aula multigrado para que los niños tengan su maestra bilingüe y las condiciones necesarias como lo ordena el ministerio.
EL PILÓN consultó al secretario de Educación, Iván Bolaños Baute, quien aseguró que “la oferta bilingüe
y cultural no está estructurada con los procesos normativos que exige el Ministerio de Educación, pero eso se está corrigiendo para que exista un aula multigrado acorde a la norma”. Bolaños Baute agregó que es necesario “hacer ajustes para poder asignar un docente con ese perfil’’. Sin embargo, acudientes como Cleotilde Rojas, quien es madre de un niño de 14 años que está en 5° grado, aseveró a EL PILÓN que el secretario ha afirmado que las quejas son un “complot” en su contra.