“Todo calla… el mar duerme, y no importuna/ con sus gritos salvajes de reproche/ y sueña que se besa con la luna/ en el tálamo negro de la noche”. Como la luna y el mar, de este poema, en el Valle todo calla cuando se trata de cultura. Ya es hora de despertar y actuar de manera decidida sobre el tema. Eminentes amigos, personajes gratos al corazón han pasado por este despacho. La gloriosa y paquidérmica oficina de la cultura, ese emblemático escenario desde donde se debe planear y organizar todo lo que atañe al sector. Lastimosamente allí nada ha cambiado, solo su reforma arquitectónica; eso no sucede; a pesar de nombres y personajes de condiciones. Razonemos en cuanto a esto, en la cultura, a pesar de lo mucho todo es poco; se sigue presentando la ineficiencia y es normal ver como se le da la espalda a lo que debería ser una loable gestión cultural. Golondrinas solitarias que no logran el verano, gestores culturales cansados de remar contra la corriente. Además de eso, y como si fuera poco, un individualismo crónico se sigue manejando entre los obreros de la cultura; y la cereza del pastel es la falta de interés por parte de los mandatarios locales. Señor alcalde electo, benemérito Mello Castro, recuerdo que al inicio de su periplo de campaña fui invitado por Memo Silva a Tlon Bar para hablar con usted sobre el tema de cultura. Nos preocupaba en ese entonces, como nos preocupa siempre, que dentro de las líneas gruesas de propuestas de campaña y en el desarrollo de los programas de gobierno no hayan destinado nunca el suficiente interés y los recursos para sacar adelante el tema cultural. Tuto Uhía, actual mandatario y los alcaldes anteriores: Freddy Socarras, Ava Carvajal, Luis Fabián entre otros, han tomado la oficina de cultura como la caja menor de la alcaldía y además la estación de pagar favores. Las glorias del Vallenato o los juglares, cada quién le pone el nombre a su acomodo, nació como una gesta cultural, primero para ayudar a todos esos personajes que dieron gloria a nuestro folclor y hoy están en el ocaso y desde luego para darle brillo al tema cultural; ellos son el conjunto de planta de cuanto “fundigue” se presente en el Valle. Pero no vemos una política seria en cuanto al apoyo del teatro, el cine, la danza, mucho menos a la literatura; el folclor, arte y cultura indígena están en el ostracismo y olvidados de toda política seria de cultura; el consejo municipal de cultura pareciera que fuera un convidado de piedra, manejado al antojo del señor alcalde y el asesor cultural el insigne historiador y compositor Tomás Darío Gutiérrez. Ni siquiera para convocar a una reunión seria con el alcalde se ha podido. Señor Mello Castro, ¿es posible que dentro de su agenda usted pueda por favor apartar un espacio para que hablemos de cultura? Es muy importante y hablaría muy bien de sus inicios como alcalde. El consejo municipal de cultura se lo agradecería. Estamos a su disposición y esperamos, con usted, otra sea la forma de manejar este transcendental tema, pues con el saliente alcalde ya no fue, y nos seguimos preguntando ¿Y de la cultura qué? Sólo Eso.