Quienes escribimos aquí como columnistas u opinadores fuimos convocados (sí, el día de Halloween) a una reunión de integración entre la familia de EL PILÓN, es decir, con directivos, administradores, periodistas, pero nos encontramos con ´la chiva´ de un relevo en la dirección del periódico. Alba Quintero Almenárez se retira y asume la dirección Ana María Ferrer.
La primera informa que cumplió un ciclo y además procura compromisos personales y profesionales impostergables. La segunda, es una prominente y experimentada periodista y gran mujer, acuciosa, emprendedora y de desafíos. A las dos se les destaca la característica esencial de un buen profesional del periodismo: ser excelentes personas.
Registré un ambiente ameno entre todos los que estuvimos ahí. Desde luego no hubo caretas, ni embrujos, si no un breve intercambio de reflexiones y comentarios. Y chascarrillos. Me alegró mucho, rápidamente observar una Junta Directiva en contexto y horizontal. Definitivamente el periódico nuestro impone una codirección de consensos, plural y libre.Sin duda la cita de EL PILÓN anfitrión fue para “invitados inteligentes, invitados que me importan”.
Y bien. La llegada hacia arriba de Ana María fortalece las políticas de renovación de EL PILÓN en sus 20 años. Y en ese cometido debemos estar integralmente comprometidos en el proceso de la renovada dirección, inclusive para desarmar las plumas. Emplearnos a fondo porque esta es tribuna de resonancia de todos pero con responsabilidad social y compromiso con los lectores.
Habrá que recordarse que un columnista expresa una opinión o punto de vista. El columnista en función de su conocimiento, experiencia, analiza y externa una posición subjetiva. Siempre enfrentado a la línea imperceptible entre independencia de opinión y objetividad de información.
Sensu contrario un periodista es quien actúa en función del periodismo, en cualquiera de sus líneas de género: escrito, radio, televisión, medios digitales, pero que se gobierna por principios irrefragables: respeto por la verdad, búsqueda neutral de información, que esta sea fidedigna y verificable. Y en los tiempos de ahora obrar con rigurosidad y responsabilidad frente los hechos que tengan exposición mediática.
Bueno comentar que hizo presencia (entre otros) en la reunión la periodista Mary Daza Orozco de sólida experiencia que siempre ausculta con mirada penetrante el pensamiento y las ideas producidas inteligentemente, en contraste estuvo el columnista Jacobo Solano Cerchiaro, quien -se advierte- aviva siempre la problematización de las reflexiones. La de no tragar entero y reclama rigurosidad en lo que se dice. Tiene audacia y ojo crítico. Igualmente ahí la serenidad de las canas la impuso el columnista Rodrigo López Barros para quien ser sobrio en lo que se escribe es cualidad suficiente para ayudar a la comunidad de lectores a comprender la aguda realidad circundante.
Finalmente debo cerrar señalando con afecto y sin titubeo expresivo a Ana María que si bien es cierto ya tiene un puesto visible en el periodismo de la región, le surge este comprometedor reto de gestión responsable ahora en la conducción de un periódico como EL PILÓN que simboliza credibilidad, equilibrio y profesionalismo. Es de la esencia de un periodista el compromiso con la verdad y de un periódico su independencia porque “no es el eje de nada si no el eco de todo”. Le auguro éxitos y ¡buen viento y buena mar!