Desde 1996, cuando fue fundada la etapa I y II del barrio Álamos, en el suroccidente de Valledupar, la calle 19A, contigua al humedal de María Camila Sur, tiene alto tráfico pese a su precario estado porque no ha recibido mantenimiento.
Tener que esquivar huecos y pasar sobre piedras a baja velocidad para evitar daños en los automotores, es la constante de conductores y transeúntes.
“El 2017 inició con proyectos para diferentes sectores de Valledupar, pero Álamos no se verá beneficiado, claro ejemplo de esto es la calle principal al barrio. Llevamos muchos años esperando que alguien haga algo al respecto, pero por acá ni miran los alcaldes”, dijo Lucelis Manríquez, residente del sector.
Además del pésimo estado en el que se encuentra la calle que conecta a Álamos con los barrios María Camila Sur y Villa Arcadia, los moradores conviven hace más de cuatro días con olores putrefactos que emanan de una alcantarilla rebosada.
“Tenemos más de tres días soportándonos el olor a excremento humano, llamamos a la empresa Emdupar, pero no han acudido a atender la emergencia”, dijo Johana Santiago, afectada.
PUNTOS DE VISTA.
Carmelo Francisco Bohórquez.
“Con la lluvia del fin de semana, ante la falta de capacidad de la tubería se rebosaron nuevamente los manjoles y como siempre, vecinos y transeúntes del sector somos los más perjudicados, porque los del poder por acá ni se asoman”.
Yelka Acosta.
“Me ha tocado usar tapabocas para estar en mi negocio porque el olor es tan fuerte que me da dolor de barriga y hasta ardor en la vista”.
Por Jennifer Polo / EL PILÓN