El déficit mundial de estas trabajadoras de la salud es de 5,9 millones, el 89 % de las cuales se están necesitando especialmente en países de medianos y bajos ingresos, según informe elaborado a partir del movimiento internacional Nursing Now.
Dicho informe fue dado a conocer este año en el marco del Año Internacional de las Enfermeras, declarado por la Organización Mundial de la Salud (OMS) como parte de la estrategia global Nursing Now, que entre 2018 y 2020 se había desarrollado para promover objetivos como conseguir una mayor inversión y mejorar la situación de las enfermeras en educación, desarrollo profesional, estándares, regulación y condiciones de empleo.
Además, se busca una mayor y mejor difusión de las prácticas efectivas e innovadoras en enfermería, influencia de las enfermeras en la política sanitaria nacional y mundial, incremento del número de ellas en posiciones de liderazgo y proporcionar mayor evidencia para los responsables de políticas y decisiones sobre dónde puede tener mayor impacto la enfermería.
Es paradójico que el año Internacional de las Enfermeras y la celebración del 12 de mayo como el Día Internacional de la Enfermería –en honor a los 200 años del natalicio de la pionera Florence Nightingale– coincidiera también con la actual pandemia de la COVID-19.
Esta situación ha puesto en relevancia el importante papel que cumplen los 27,9 millones de personas que hoy se encuentran dentro del equipo de enfermería en el mundo, 19,3 millones de las cuales son profesionales.
Pese a los esfuerzos del gremio, se estima que la escasez de talento humano en esta área no ha disminuido considerablemente, pues entre 2016 y 2018 solo se pasó de un déficit de 6,6 millones de personas a 5,9. Este panorama, según explica la profesora Lorena Chaparro Díaz, de la Facultad de Enfermería de la Universidad Nacional de Colombia (UNAL), se ha asociado con el envejecimiento de la fuerza laboral en enfermería y con la migración de las enfermeras de países con menores ingresos en busca de mejores oportunidades.
“El informe estima que una de cada ocho enfermeras ejerce en un país diferente al que se formó o nació”, comenta la docente, y hace un llamado a disminuir la brecha entre hombres y mujeres que ejercen esta profesión, porque sigue habiendo menos oportunidades tanto de horarios flexibles, salarios justos y adecuados como de liderazgo como decisores en políticas de salud. (Unimedios).