La nueva víctima es Jhon Jairo Daza Morales, quien iba de pasajero en un carro que sufrió un accidente en el municipio de San Diego. El conductor del vehículo de servicio público, Jawin Quiroz, chocó contra un árbol que estaba a un costado de la vía que conduce a Los Brasiles. El conductor y dos mujeres, de las cuales solo una ha sido identificada como Ana Redondo, de 20 años de edad, fueron remitidos a un centro asistencial. (8 de septiembre).
Iris López Díaz, de 41 años de edad, murió al caerle encima una rama de un árbol mientras conducía su motocicleta por las carreteras del municipio de Curumaní, centro del Cesar. El cuerpo de la mujer quedó tendido en plena vía que conduce al corregimiento de San Roque. (7 de septiembre).
Hace 15 días cayó un árbol de lado a lado entre Casacará y Codazzi. Hace unos meses otro, hace un año también hubo interrupción total. Además…
Cada 2 semanas un vehículo choca contra un árbol y de varios ocupantes por lo menos uno muere y otros quedan con serios traumatismos. Cuando no es un vehículo contra un árbol, lo más frecuente es un árbol que cae sobre el vehículo. Ya no cabe el manido cuento de la velocidad; aunque sí, debe ser reducida.
Somos amigos de los árboles, organizadores del colectivo de la Mesa del Árbol, y de los 3 foros del árbol, sin dejar de recordar a Miguel Ángel Sierra, por su conocimiento y amor por los árboles.
Estos temas son sensibles: cuando el SIVA construía la vía y obras del canal de Panamá hubo oposición por la tala de árboles. Era necesario hacerlo. En Antioquia se pararon obras en el rico municipio de Envigado por los árboles. Era necesario.
Hace dos semanas pararon las obras del nuevo Transmilenio de La Avenida 68 por los árboles. Para todos hay inventada una compensación: sembrar muchos más árboles que los que se talan. Así se obligó a Yuma a hacer una compensación grande en las cabeceras de los ríos Garupal y Ariguaní.
Cuando se trata de árboles emblemáticos de las ciudades suelen protegerse, su tala tendría que ser justificada, necesarísima, después de agotar su posible traslado, lo que se ha hecho en los países del norte.
Aquí el tema es claro: el Invías, entidad competente, debe proceder por razones de vida humana a retirarlos, como lo hace la Ruta del Sol 3, acogiendo la norma internacional de las carreteras modernas.
Eso ha sido noticia desde que los gobiernos decidieron promover la siembra de árboles a la orilla y hacer túneles verdes que deslumbraban a los turistas del interior; en paralelo, en las líneas eléctricas, sin que podamos afirmar hoy si estaban energizadas o no, se posaban los pájaros y botaban sus excrementos con semillas que fueron generando debajo nuevas plantaciones.
Para financiar la tala y compensación hay un fibroso negocio de aprovechamiento forestal de algarrobillos y otras especies apetecidas hoy en el mercado nacional y de exportación. El Invías debe proceder cuanto antes, y el Ministerio rector exigirlo y Corpocesar debe intervenir para que esos árboles se multipliquen.