¡Buen día queridos lectores! es para mí un placer volverlos a saludar. Hoy quiero hacerle un seguimiento a una situación que tiene preocupada a la comunidad del barrio Jorge Dangond, de Valledupar.
Resulta que desde hace varios meses los habitantes de este sector de la ciudad, han expresado su inconformidad por el accionar de algunos trabajadores de la edificación de un centro comercial porque producen, tal vez sin querer, el desbordamiento de aguas residuales y también de aguas limpias.
Hace una semana, los habitantes agradecía a los obreros el no estar aguantando fétidos olores debido al líquido de alcantarilla, que debían afrontar también los transeúntes de la calle 16, entre carreras 19 y 19B, pero así mismo afirmaron que no pueden seguir perjudicados con el vertimiento de miles de litros de agua limpia durante casi toda la noche, lo que convierte las vías en riachuelos, causando el mismo perjuicio, esta vez sin malos olores.
No obstante, ayer recibí una llamada en la que una preocupante ama de casa contó que en la noche del martes se presentó, nuevamente el desbordamiento de aguas residuales, hecho por el que intervino la Policía Ambiental, que según la dama le quitó la manguera de gran magnitud, que era utilizada para arrojar el agua limpia a la alcantarilla.
“Hay un charco de agua de alcantarilla, no aguantamos los malos olores”, me dijo la habitante del Dangond.
Es necesario que la constructora de este importante centro comercial, que estaría ubicado a pocos metros del proyecto Éxitos Las Flores, se ponga al frente de la situación porque, aunque la comunidad reconoce que su funcionamiento traerá prosperidad económica para el sector, no se puede llegar a perjudicar el bienestar de los residentes.
Espero que pronto se solucione la situación, de lo contrario, tocará de nuevo ‘jalar las orejas’.
Bendiciones para todos.
Don Pilo