EL PILÓN hace un público reconocimiento a la deportista vallenata Andrea Cañón, quien se destacó por su buen desempeño en el reciente Mundial de Patinaje realizado en Argentina. Aunque ya se había hecho mención en esta sección editorial de sus excelentes resultados, hoy volvemos a resaltar su destacado desempeño.
La joven deportista llegó el sábado a Valledupar y solo fue recibida por sus amigos más cercanos y por sus familiares, por el presidente de la Liga de Patinaje, y claro está, por los periodistas vallenatos que siguen los pasos de la patinadora, que hoy se convierte en la deportista más sobresaliente del Cesar.
Este Diario considera oportuno –aún están a tiempo- que el Alcalde de Valledupar, Fredys Socarrás, y el gobernador del Cesar, Luis Alberto Monsalvo, lideren desde sus despachos y junto con sus funcionarios del área deportiva, un reconocimiento especial a Andrea, para que no quedé en la zona gris del olvido sus logros, especialmente porque esta deportista seguirá cosechando triunfos, que pondrán en alto el nombre de Colombia, y por supuesto del departamento del Cesar.
Se le reconoce la atención que le brindó la Caja de Compensación Familiar del Cesar –Comfacesar- a la patinadora, que aunque no es su responsabilidad lo hizo por la relación que tiene la madre de Andrea (Yasmila Batista), quien es funcionaria de la Caja.
Así como Jesús le dijo a sus discípulos: “al César lo que es del César y a Dios lo que es de Dios”, hoy es justo y necesario que las autoridades deportivas del Cesar reconozcan el trabajo, el esfuerzo y los logros de Andrea Cañón.
Las autoridades no se pueden hacer las de los oídos sordos. En este caso aplicaría también el refrán “el que calla otorga”, y estarían confirmando el desinterés que existe en el Cesar para apoyar al deporte, por algo Andrea Cañón tuvo que buscar apoyo en otro departamento, el cual encontró en Bolívar, donde le han dado la importancia que se merece.
Si bien es cierto que la patinadora, medalla de oro en el Mundial de Argentina, ha expresado sinceramente –sin ocultar su inconformismo- que no encontró apoyo en el Cesar, tampoco es excusa para que pase inadvertida ante la institucionalidad. El frío recibimiento que tuvo da vergüenza. Ella merece mucho más, pues ya se ha convertido en referente del deporte y en ejemplo de los jóvenes de Colombia que sueñan con ser grandes patinadores.