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Al borde del colapso salud en Valledupar

Un S.O. S. lanzaron las clínicas y en general las Instituciones Prestadoras de Servicios de Salud, IPS, de Valledupar, ante la crisis financiera que viven que las tiene al borde del colapso.
La crítica situación fue revelada por los representantes legales de 15 de esas instituciones que expusieron su grave estado ante la prensa local,  y dieron a conocer crudamente su lamentable situación.
“Si en Valledupar se presentara una calamidad, no tendríamos como afrontarla”, dijo Martha Socarrás, gerente del Instituto Cardiovascular del Cesar, quien reveló que de las dos salas de hemodinamia que tiene el instituto que representa, sólo tiene en funcionamiento una.
Una situación similar se presenta en las Clínicas Médicos y Santa Isabel, que han tenido que reducir  la oferta de camas en unas 150 unidades, como una medida extrema para reducir costos operativos.

El origen del problema
Para los representantes de las IPS el problema se presenta por las demoras en los pagos de sus cuentas por parte del Fosyga y los llamados intermediarios, o sea las Empresas Promotoras de Salud, EPS y los entes territoriales, o sea el mismo Gobierno.
La cuentas tardan ocho, nueve y hasta un año para ser canceladas, en tanto que sus obligaciones son a 30 o 45 días como máximo, lo cual los ha conducido a un déficit o una falta de flujo de caja, revelaron Eder Sevilla Tobío, gerente de la Clínica Laura Daniela y Otto Pérez, representante de otra IPS.
La situación no sólo los afecta a ellos, sino también a los empleados y trabajadores de las Clínicas, asus proveedores y hasta a los mismos pacientes que ven desmejorar la calidad en la atención, admitió Mariel Vásquez, gerente de la Clínica del Cesar.
Con relación a ésta IPS, ha debido paralizar un proyecto de ensanche en el que se embarcó en un esfuerzo de sus socios, pero la falta oportuna de otros recursos, los obligó a suspender el proyecto.

El monto de la deuda
Conforme a los datos  revelados, la deuda del Fosyga y las EPS y los entes territoriales con las IPS se aproxima a los 80 mil millones de pesos, encontrándose en ella cuentas con antigüedad de hasta un año.
Toda esta situación ha llevado a las IPS a considerar que si las clínicas privadas se quiebran, la atención en salud en Valledupar no será viable, puesto que las instituciones públicas no son suficientes para atender la demanda de salud.
“Nos aplican el carrusel”, dijo Otto Pérez para  describir el comportamiento de las EPS, que ante el cierre en el servicio en una  IPS, se trasladan a otra, y así sucesivamente.

La solución del problema
Los representantes de las IPS estiman que la solución la debe propiciar el Estado, sea mediante la agilización de los pagos de las cuentas que le devuelva al sector el flujo de caja. Otro planteamiento es que se les apruebe unos créditos a bajo costo y a largo plazo, que les provea de los recursos financieros necesarios para su funcionamiento y el saldo de cuentas pendientes, algunas en procesos jurídicos.
Así mismo ven la opción de que se reforme el actual sistema de salud regido por la Ley 100 de 1993 y otras leyes y normas que regulan el sector, para darle mayor dinamismo en los procesos y trámites, y sobre todo, más agilidad en el pago de las cuentas.
En lo local, y para tratar de salir del atolladero, buscarán que en los próximos días se realiza una mesa de trabajo presidida por la Procuraduría Regional y la Secretaría de Salud del Cesar, para ventilar el problema, analizarlo y plantear soluciones con el compromiso de las EPS y los entes territoriales.

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