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Aislamiento selectivo: sálvese el que quiera

El Gobierno nacional acaba de expedir el Decreto 1168 en el cual se establece el Aislamiento Selectivo y el Distanciamiento Individual Responsable en el marco de la Emergencia Sanitaria motivada por la presencia del covid-19 y con la cual se pretende entre otras cosas, fortalecer la tan anhelada y comentada reapertura económica del país y comenzar a mitigar los estragos ocasionados por esta pandemia nefasta.

Aunque la medida abre las carreteras y aeropuertos del país para permitir la libre circulación a partir del primero de septiembre y de esta manera iniciar la recuperación de los sectores productivos, y generar empleo con las pertinentes medidas de bioseguridad, es pertinente enunciar que el mismo decreto deja claro que estas medidas deberán ser aplicadas en los municipios y ciudades de baja afectación y faculta a los alcaldes y gobernadores de las zonas de alta afectación por el covid-19 para llevar a cabo las medidas restrictivas que consideren pertinentes para contener la propagación del mismo. Este punto es muy importante a tener en cuenta, especialmente por los mandatarios cesarenses, debido a que nos encontramos en un momento crítico hacia la obtención del pico epidemiológico y debemos tener prendidas todas las alarmas, tanto institucionales como colectivas e individuales para evitar un mayor número de fallecimientos.

En este punto álgido en el que nos encontramos es importante que nuestros mandatarios de manera concienzuda, seria y sin vacilamientos, analicen con sus equipos de trabajo y expertos las diversas estrategias a llevar a cabo en sus municipios, teniendo en cuenta que se requiere el acompañamiento y apoyo decidido de toda la comunidad para evitar que esta medida se convierta en una herramienta más de propagación de este virus mortal, que nos tiene a todos al borde de la desesperación y el colapso.

Es entendible la decisión del gobierno, motivada entre otras cosas por la presión ejercida por distintos sectores económicos y de la misma población que se cansó del encerramiento, aunque es de anotar que en algunas regiones del país hay personas que no le prestaron atención a las restricciones: no han respetado medidas de bioseguridad, no han usado tapabocas ni distanciamiento social y que han parrandeado normalmente sin ningún temor al contagio y muchos menos a la muerte.

Aunque estas medidas buscan flexibilizar la movilidad y favorecer la integración de la comunidad en su conjunto, es pertinente no desfallecer y no entrar en una etapa de confort y relajación teniendo en cuenta que el virus no ha desaparecido con la expedición del decreto, ni tampoco han desaparecido sus efectos nocivos para la salud humana, por lo cual consideramos que llegó el momento de aunar esfuerzos, sin celos, sin rencores, sin prejuicios ni preferencias, para que todos podamos ser los guardianes de nuestra propia existencia.

De lo contrario, podríamos entrar a un escenario más vergonzoso y tener que interpretar esta norma como la máxima: sálvese el que quiera. Sí, el que quiera. Si a estas alturas de la pandemia con todo lo que ha sucedido no hemos tomado conciencia de la seriedad y de la realidad del problema y no nos hemos adaptado a las medidas que invitan al autocuidado, al uso debido del tapaboca, al distanciamiento social y a evitar las aglomeraciones, quiere decir que hemos perdido la plata invertida en tanta pedagogía y actividades de promoción y prevención, y estaremos condenados a seguir lamentando y sepultando a nuestros muertos. Sigamos cuidándonos con decreto o sin decreto. Tú te cuidas, yo me cuido y entre todos superaremos juntos esta horrible penitencia que nos ha impuesto el destino.

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Gabriel Dario Serna Gomez: