Con la aprobación del Plan de Manejo Ambiental de todo el sistema que integra el complejo cenagoso de Zapatosa, en el municipio de Chimichagua, ubicado a solo tres horas de Valledupar, se abre por fin la gran puerta de conservación de este incalculable tesoro ambiental.
No hay excusas para que este complejo que integra a los departamentos del Cesar y Magdalena se siga acabando, ante la mirada inerme de las autoridades ambientales, especialmente las corporaciones autónomas de las dos regiones, pero con mayor énfasis en Corpocesar que por años pasó poniéndole pañitos de agua tibia al deterioro ambiental de la Ciénaga de Zapatosa.
Solo los pescadores, los pobladores de los pueblos que la circundan y las personas que la conocen y que han tenido la oportunidad de recorrer su inmensidad y admirar sus bellezas naturales, saben hoy cuál es la verdadera situación de estos 42 mil kilómetros de territorio que la integran.
Los anuncios hechos por la ministra de Ambiente y Desarrollo Sostenible, Luz Helena Sarmiento, la semana anterior en Valledupar para atender a la Zapatosa, son muy importantes y no son un juego. Es el compromiso de las autoridades de hacer lo que está en el Plan de Manejo Ambiental, sin darles más vueltas al asunto, pues este debe ser su guía de ahora en adelante, sin excusas y retrasos.
Las 150 mil personas (cinco mil familias) que dependen ancestralmente de la Ciénaga son parte de ese complejo y si se cumple lo anunciado, serán beneficiados con los proyectos y programas que están previstos para preservar este gran espejo de agua, que impedirán principalmente que los efectos del cambio climática sigan causando estragos en él. Lo bueno de todo es que está claro el manejo de los residuos sólidos, saneamiento básico y la conservación de los recursos naturales.
Hay que recordar que la Ciénaga de Zapatosa recibe –ojalá pare ya- los desechos de alcantarillados de muchos pueblos, eso sin contar con las malas prácticas de los pescadores y campesinos.
Corpocesar, Corpomag, los alcaldes de los municipios con injerencia en la Zapatosa, como Chimichagua, El Banco, junto con la Secretaría de Ambiente del Cesar, no tienen excusa para no atender los problemas ambientales y generar conciencia entre la comunidad para cuidar y preservar el complejo cenagoso.
Con recursos y con voluntad, ahora sí, a trabajar por la Zapatosa.