A mí no me gusta meterme en esta clase de cultivos, en estos berenjenales, prefiero los problemas cotidianos del Valle, del Cesar y de La Guajira, pero por ser de tanta actualidad el tema, donde todo mundo mete la cuchara, opinan, pontifican y despotrican sin tener suficiente ilustración voy a ocuparme superficial y atrevidamente de él, me refiero a la famosa Ley de Financiamiento que persigue equilibrar los ingresos con los egresos, más claro, para que lo que entre alcance a cubrir lo que sale y para ello el Gobierno busca fórmulas salvadoras, casi siempre desagradables para el común de la gente, pero necesaria para que esto funcione bien y vivamos tranquilos, pero a los opositores nada les huele bien, todo les hiede y está podrido.
A mí se me hace que el Estado es como una familia de cualquier casa, en donde el papá debe de buscar los recursos para que vivan dignamente él, su mujer y sus hijos, inventa negocios y fórmulas para conseguir el billete diario y de pronto ahorrar algo. El Presidente Duque en este caso es el papá de 45 millones de personas y está en la obligación de procurar su bienestar y sus asesores deben de ayudarlo a salir del problemón que heredó de su antecesor, éste lo recibió del otro y el otro de aquel, pues aquí nadie le guarda a quien lo reemplaza sino que raspa la olla; ojalá que Duque normalice la situación y pueda romper la tradición de dejar esa pésima costumbre y entregue a su sucesor un país saneado y con recursos para arrancar.
Corajudas, pantalonudas, sabias y convincentes las explicaciones que el Doctor Luis Rodríguez Ospino, nuestro coterráneo en calidad de Viceministro de Hacienda en la rama del presupuesto, ha hecho respecto a esta famosa Ley de Financiamiento, argumentos aceptados por los que sí saben de eso como el Doctor Roberto Junguito, uno de los economistas más estudiado, prestigioso y respetable voz dentro de ese gremio. ¿A quién oímos?, a Gustavo Perry, repito Roberto Junguito, Salomón K yo no sé qué, porque es un apellido raro u Oscar Iván Zuluaga, quien inexplicablemente ha guardado silencio y está obligado a opinar o a unos columnistas que no tienen idea de este escabroso tema y solo saben faltarle el respeto grotescamente al señor Presidente de La República Iván Duque Escobar, a sus ministros y viceministros.
Hay que buscar alternativas, es cierto, como dice el expresidente Álvaro Uribe y una de ellas es atacar la evasión pues aquí los ricos no pagan los impuestos que deben pagar y disfrazar sus capitales, aquí pagan los empleados, las empresas y vamos a pagar los pensionados, pero los banqueros (agiotistas) o grandes capitalistas que tienen sus bienes en manos de testaferros no tributan lo legal. Ahí si hay tela que cortar.
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Qué bueno y bonito sería ver iluminada en su totalidad la carretera que de esta ciudad conduce a La Paz y porque no hasta San Diego. Creo que es falta de iniciativa de los A
alcaldes de La Paz y de San Diego, pues lo que corresponde a Valledupar, hasta el Salguero está completamente iluminada.
José Aponte Martínez