- Luz Mila Granados le contó a EL PILÓN el drama que tuvo que vivir por causa del aguacero del sábado. Además que se mojaron sus pocas pertenencias, su hijo amaneció ayer con fiebre, porque también le cayó agua de lluvia.
Mientras las autoridades de Prevención y Atención de Desastres reportaban normalidad en los barrios de la ciudad durante y tras el aguacero del sábado, las familias que permanecen en sitios de invasión porque no tiene otro lugar donde ir, viven su propio drama.
Roger Luna, quien vive en un rancho de madera, plástico y cartón en una invasión del sector de Villa Taxi, relató con tristeza la ‘odisea que a él y su familia les tocó vivir la tarde del sábado: “anoche se nos metió el agua y pasamos muy mal porque mi esposa y yo tenemos tres niños y no sabíamos dónde meterlos para que no se mojaran; después que escampó nos hicimos en una esquina del rancho donde casi no nos caía el agua”.
Aunque para muchos la lluvia abundante es una bendición porque el agua es vida y con ella se mejora el clima y produce más el campo, para otros como Roger Luna, que no cuenta con un techo seguro para su núcleo familiar, un aguacero como el del sábado anterior representa una verdadera calamidad.
Otras de las afectadas, Luz Mila Granados y su cuñada, aseguraron que también pasaron una mala noche producto del aguacero que mojó los colchones, les inundó el rancho y no les permitió dormir tranquilas: “uno de mis hijos amaneció con fiebre, pienso que fue el frío y el agua que le cayeron mal porque se nos mojaron los cartones que tenemos como techo y nos tocó sacar el agua del rancho con ollas y baldes”, dijo la mujer que en horas de la mañana del domingo sacó al sol el colchón mojado rezando para que por lo menos ese día no lloviera.
Los pocos habitantes de la invasión La Fe saben que este aguacero fue el anuncio de la temporada invernal que traerá consigo el drama del dengue, las gripes y las afecciones respiratorias de sus niños.
Autoridades reportaron normalidad
A pesar de la fuerte lluvia que cayó sobre Valledupar el pasado sábado, las autoridades de Prevención y Atención de Desastres y los organismos de socorro no reportaron emergencias en los barrios de la cabecera municipal.
El coordinador de la Oficina de Prevención y Atención de Desastres del Municipio, Juan Lara Rojas, dio a conocer que miembros de los organismos de socorro estuvieron realizando monitoreo en las aguas del río Guatapurí para establecer el comportamiento del afluente tras el aguacero del sábado y se encontró que el nivel del río Guatapurí es normal y que se ha mantenido así dado que las lluvias no han sido constantes, lo que ha servido para que el Guatapurí recupere el caudal sin lograr rebasar los niveles normales. Esto mismo ha ocurrido con el río Badillo, según lo informó Lara Rojas.
Sobre el tema de la acequia Las Mercedes cuyo sector se inunda durante la temporada invernal, el funcionario indicó que de esta fuente hídrica hay que estar pendiente cuando llueve hacia el norte que es cuando sube el nivel de sus aguas. Sin embargo, hizo un llamado de alerta a los habitantes de los barrios cercanos para evitar afectaciones a raíz de posibles inundaciones. “La gente que vive en el sector de la acequia Las Mercedes sabe que es una zona de alto riesgo y cuando llega la temporada invernal deben estar preparados para prevenir cualquier emergencia, por eso los estoy invitando a que acaten las recomendaciones que año tras año le hemos dado a conocer”, dijo el Coordinador de la Oficina de Atención de Desastres del Municipio.
Algunos sectores de la ciudad están solicitando la pavimentación de sus vías, toda vez que durante la temporada invernal se convierten en verdaderos ríos y trampas mortales ante el represamiento de las corrientes de agua.
Mientras tanto, funcionarios de Emdupar hicieron un llamado de atención a la comunidad en el sentido de no arrojar basuras a las calles mientras llueve, para evitar el represamiento de las mismas en las rejillas del alcantarillado pluvial.
La recomendación de las autoridades de salud va dirigida a evitar el estancamiento de aguas limpias, dado que estas son propicias para el criadero de larvas del mosquito transmisor del dengue, por lo que la comunidad debe estar alerta ante las medidas de prevención de esta enfermedad que se incrementa en la temporada invernal.