La producción de batatas en el Cesar es una de las apuestas de cultivo del Centro de Investigación Motilonia de la Corporación Colombiana de Investigación Agropecuaria, Agrosavia, que tiene como propósito aumentar las toneladas del tubérculo por medio de la variedad que tiene por nombre Aurora, la cual por sus concentraciones de betacaroteno, por tener un contenido superior al 4 % en cenizas y 8 % en proteínas será muy apetecida en el mercado internacional.
De acuerdo con la María Ledezma, profesional de transferencia de tecnología del Centro de Investigación Motilonia, en los municipios de Valledupar, Chimichagua, Agustín Codazzi, La Jagua de Ibirico, entre otros territorios, están sembradas hasta una hectárea de esta variedad de batata biofortificada.
Según la experta, por hectárea se cultivan 25.000 plantas y se produce entre 18 a 20 toneladas del tubérculo. Las raíces de este tipo de batata son rosadas, de forma oblonga, con corteza gruesa y el color de la pulpa anaranjado oscuro, lo cual le da un aspecto llamativo para la comercialización. El ciclo productivo está entre los 90 a 120 días.
“Comunidades arahuacas y negritudes se han visto beneficiadas con estos cultivos de batata en sus territorios porque a pesar de que son pequeños tienen una alta producción y la calidad del tubérculo facilita la venta. Hasta el momento no se han aumentado las áreas de cultivo porque la batata no es un producto de mucho consumo local. Sin embargo, se han realizado alianzas con algunos establecimientos comerciales para la compra y distribución de la misma”, manifestó Ledezma.
Explicó que los cultivos se han desarrollado de manera continua y los productores han sido instruidos en su manejo para que la producción sea la adecuada, y se realice bajo los más altos estándares de calidad. Puntualizó que la meta es aumentar paulatinamente el número de hectáreas sembradas a la par de que el tubérculo sea mayormente consumido en el departamento.
Así mismo, que los agricultores cesarenses reciban las certificaciones de buenas prácticas y cumplan demás requerimientos necesarios para la exportación del tubérculo al mercado internacional, debido a que puede ser utilizada para chips, producción de harinas para nutrición animal, entre otros usos.
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UNA BATATA NUTRICIONAL
De acuerdo con Agrosavia, la batata tiene una capacidad de cobertura de alrededor del 90 % a los 40 días después de su siembra. Lo anterior permite reducir los costos en manejo de arvenses, una vez se tiene el total de la cobertura del cultivo. Su material genético hace posible la producción de un 45 % de raíces de primera categoría.
Por otro lado, tiene un contenido de materia seca superior al 23 %, lo cual contribuye a una buena producción de harina que en conjunto con la proteína, fibra cruda y carotenos aumenta la calidad nutricional de la misma y los beneficios alimenticios que obtienen los consumidores.
EL SUELO
Para este tipo de cultivo el Centro de Investigación Motilonia ha establecido una serie de recomendaciones de uso y manejo para que el tubérculo se siembre en el área adecuada y bajo prácticas de manejo que contribuyan al desarrollo biofortificado del producto. En ese sentido, precisaron que el cultivo “requiere de suelos sueltos y bien estructurados”, y que los resultados más positivos se han encontrado en suelos con tendencia arenosa.
La textura ideal es franco-arenosa junto a una estructura granular. Así mismo, que tengan buen drenaje debido a que el exceso de humedad después de los 45 días de siembra puede causar problemas de llenado o de pudrición de raíces si este exceso se prolonga. También debe tener un pH que se encuentra entre 6,2 y 7,2.
PREPARACIÓN DEL CULTIVO
Antes de comenzar la plantación se debe hacer un análisis completo de las propiedades químicas y físicas del suelo, el cual se tiene que preparar mínimo 45 días antes de la siembra a 30 cm de profundidad. Dependiendo del tipo y si existen capas compactadas como pie de arado, se debe subsolar primero y después rastrillar hasta dejar el suelo en condiciones para realizar la siembra.
De igual manera, Agrosavia señaló que si el suelo presenta un endurecimiento es recomendable prepararlo con un arado de cincel a mayor profundidad en la dirección de los drenajes principales. Posteriormente pasar un rastrillo con el fin de romper los agregados más grandes del suelo, procurando que quede una buena uniformidad en el lote para la siembra.
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En suelos con problemas de humedad también se recomienda realizar caballones a 1,0 metros de distancia, y adecuar el terreno con canales de drenaje. Los caballones deben medir entre 30 y 40 cm de altura para proveer un buen drenaje, mejorar la aireación y facilitar el desarrollo de las raíces debido a que de estas dependerá el buen desarrollo de los tubérculos.
SIEMBRA DE CALIDAD
Para el material de siembra la entidad recomienda que la primera semilla utilizada para plantar el tubérculo debe ser de raíces tuberosas seleccionadas por su calidad fisiológica y sanitaria. Precisó que es posible utilizar semillas a partir de tallos (esquejes) hasta de una cuarta serie de corte.
FERTILIZACIÓN
Las batatas necesitan potasio, concentraciones de fósforo y pocas de nitrógeno, por lo que para mantener la fertilidad del suelo es necesario aplicar la misma cantidad de nutrientes que el cultivo haya extraído en la cosecha anterior. Según el centro de investigación, por cada tonelada de raíces producidas el tubérculo extrae en promedio 2,2 kg de nitrógeno, 0,5 kg de fósforo y 5,0 kg de potasio.
UNA COSECHA BIOFORTIFICADA
De acuerdo con Agrosavia, para realizar las cosechas manuales o mecánicas se deben cortar previamente los tallos y demás partes aéreas del cultivo a un máximo de 20 cm del suelo. Luego se procede a la extracción de las raíces con cosechadora mecánica o de forma manual.
Por: Namieh Baute Barrios / EL PILÓN