Hoy utilizamos este espacio editorial para exigir respeto por el periodismo serio y responsable que durante 25 años ha ejercido y promovido el diario EL PILÓN. No podemos pasar por alto un acto tan deshonroso para el ejercicio periodístico, como es el copie y pegue. Rechazamos desde todo punto de vista que el Diario del Cesar, con menos de dos meses de estar circulando en nuestro departamento, tome uno de nuestros informes periodísticos especiales y lo replique en sus páginas con algunos ajustes de forma, pero no de fondo.
Se trata del artículo central del cubrimiento especial al Centenario de Alejo Durán, que hizo EL PILÓN en el municipio de El Paso, publicado el sábado 9 de febrero de 2019. Nos sorprendió de gran manera encontrar que ese artículo titulado ‘Y contará la historia que Alejo Triunfó’, realizado y firmado por la periodista María Ruth Mosquera, integrante de nuestro equipo de redacción, fue publicado al día siguiente, domingo 10 de febrero de 2019, por el Diario del Cesar, en su página 3A, con el título ‘El Centenario de Alejo Durán fue una celebración por lo alto’, en el que no hay crédito al autor; ni a nuestra reportera, ni a nuestro medio y mucho menos al periodista que se encargó de armar ese ‘Frankenstein’.
Al no estar firmado dicho artículo, asumimos que hay conocimiento de causa por parte del Diario del Cesar sobre el origen de la nota de marras.
Las coincidencias existen, pero las encontradas en estos dos artículos no tienen una lógica diferente a la que solo cabe en la cabeza de un ‘copión’.
No hay mayor afrenta a la labor periodística que tratar de sacar provecho en el competido mercado informativo con el trabajo de otros, sin darles el merecido reconocimiento a su esfuerzo económico, físico e intelectual.
Tomar un contenido ajeno (un artículo periodístico en este caso), cambiar el orden de los párrafos y agregar algunas frases para publicarlo como propio no tiene ninguna presentación. El plagio es un delito, contemplado en el artículo 270 del Código Penal colombiano, y en ese entendido nos vemos obligados a indicar que en este caso hay un presunto plagio, hasta tanto un juez de la república no dicte sentencia con relación al mismo. Sin embargo, el juicio moral está abierto y en este caso hay claras evidencias de una violación a los principios rectores de la ética periodística y a los derechos morales de autor, consagrados en la Ley 23 de 1982.
En ese sentido señalamos que EL PILÓN es un periódico independiente, con clara vocación regional, defensor del pluralismo, de la tolerancia, del derecho de las minorías, de la libertad individual y del libre desarrollo empresarial; receptivo de todas las tendencias, salvo de las que se sirven de la violencia y demás comportamientos delincuenciales para obtener sus fines. En nuestras políticas editoriales recalcamos que es anti-ético e inaceptable apropiarse de información total o parcial de paternidad ajena sin darle el respectivo crédito y procuramos que nuestro equipo respete ese principio. La invitación es a que hagamos buen periodismo, pese a las limitaciones que puedan existir. La originalidad es un valor que no se puede perder a la hora de prestar un servicio social tan esencial, como el que ofrecen los medios impresos, televisivos, radiales y digitales.
En el buen periodismo también se cometen errores, los buenos periodistas se equivocan, pero no hacen copias como la antes señalada. Las audiencias son nuestros jueces, cada quien hará su juicio sobre esta engorrosa situación y en ese sentido recalcamos que la opinión es libre y el único límite del ejercicio del derecho de opinión es la Constitución y la Ley.
Esperamos que hechos tan incómodos como este no se vuelvan a repetir. Nuestra región merece un periodismo serio y responsable.