Una emergencia ambiental y sanitaria podría provocar el relleno sanitario regional Los Corazones en comunidades aledañas, ubicadas en el norte de Valledupar y otras establecidas en las riberas del río Cesar.
La advertencia fue hecha por el contralor Municipal, Omar Contreras Socarrás, encargado de alertar después realizar visitas de observaciones, sobre la supuesta contaminación con lixiviado, proveniente de vertederos y lugares donde se acumula la basura, que estaría cayendo en caños y luego a arroyos cercanos a Los Corazones, corregimiento de Valledupar.
“Hoy, con la ola invernal, al no realizarle los acondicionamientos necesarios y requeridos por el ente de control, encontramos que estos lixiviados de manera abundante están sobrepasando las capacidades y los niveles de las piscinas, pero además encontramos algunas roturas en muchas de esta geomembranas, pero también infiltraciones por el suelo que van a dar a unos canales de aguas de escorrentía que bajan desde el Cerro Murillo y que se alojan directamente en un arroyo de nombre Aguas Blanquitas, que saca todo ese lixiviado hacia las acequias Los Valles, Los Corazones, incluso la de ‘Toña’ Díaz, que es aprovechada por agricultores, llegando al cauce directo del río Seco y por supuesto al río Cesar”, advirtió Contreras Socarrás.
El funcionario destacó que “es de mucha importancia que se pueda atender de manera urgente, porque para nosotros, sin entrar a divagar, lo que se avecina es una emergencia sanitaria en virtud a estos canales de lixiviados productos de las basuras que se depositan en el relleno sanitario”.
Para hoy, Omar Contreras Socarrás entregará en rueda de prensa los detalles de su denuncia, a la cual ya remitió copias a la Corporación Autónoma Regional del Cesar, Corpocesar, y a la empresa de servicios públicos Emdupar, que la supervisora directa de la empresa Aseo del Norte, operadora del relleno Los Corazones, que ocupa unas 13 hectáreas.
Causas
Debido a las denuncias hechas por el contralor Omar Contreras Socarrás, EL PILÓN contactó al gerente de la empresa Aseo del Norte, Cristian Martelo Quiroz, quien explicó lo que podría estar sucediendo en el relleno sanitario que tiene a su cargo.
“Hemos tenidos visitas en épocas de lluvias y no lluvias. Hay varias series de situaciones o circunstancias que conllevan a una situación que podría ser a nivel de percepción bastantes complejas. Es cierto que cerca (a las piscinas) hay un arroyo que solamente existe cuando llueve, más o menos al pie de él hay otro como a 15 metros, por donde pasa el arroyo Aguas Blanquitas, nosotros estamos muy lejos de ese punto”, indicó Martelo Quiroz.
Manifestó que son cuatro piscinas de lixiviados donde depositan los líquidos productos de la descomposición de la materia orgánica a nivel de recolección hecho en Valledupar.
“Estamos hablando de una capacidad volumétrica aproximadamente de 30.000 metros cúbicos, nosotros tenemos implementados planes de contingencia para el manejo frente a este tipo de situaciones en épocas como la que estamos, pero yo quisiera contextualizar que no tengo como controlar que llueva en esa zona. El año pasado tuvimos 982 milímetros de aguas lluvias que cayeron al relleno y no tuvimos ningún problema de ese estilo, ni observación alguna por parte de la Contraloría”, recalcó el gerente de Aseo del Norte.
Argumentó además sobre haber hecho advertencias que las cuatro piscinas para el manejo sean suficientes, “siempre y cuando no recibamos un volumen de aguas lluvias como las que tenemos este año, donde tenemos 1.456 milímetros de aguas, lo que se traduce en 148 % por encima de lo que teníamos en 2016, es decir que tenemos casi un 50 % más de aguas lluvias”.
Señaló que tienen muros de contención para evitar que las aguas de escorrentías corran, sin embargo “puede llegar a ocurrir que sobrepase el nivel y se vea algún tipo de líquido que podría pensarse sea lixiviado”.
Finalmente destacó que su plan de manejo ambiental, el cual Corpocesar verifica y vigila, hasta ahora no ha tenido inconvenientes.
Vertimientos
En diálogo con el director de Corpocesar, Kaleb Villalobos Brochel, se conoció que la corporación identificó que sí se están generando vertimientos de lixiviados.
“Durante una visita se identificó que se generan vertimientos de lixiviados ya que las piscinas tienen poco borde libre, es decir, se quedaron pequeñas para la magnitud del proyecto”, dijo Villalobos Brochel.
Agregó que “no se identificó que se vierta a un cuerpo de agua sino al suelo. Es posible que por las condiciones climáticas actuales el suelo esté saturado de agua y se afecte la capacidad de infiltración del mismo, esto podría permitir la migración de lixiviados hasta puntos más distantes”.
La última visita hecha por Corpocesar fue hecha a finales de septiembre de este año y el informe ya fue remitido a la Oficina Jurídica para que adelante la respectiva investigación del resultado.
El relleno sanitario es el proceso de aislar y restringir residuos sólidos, en especial los no aprovechables en forma preventiva, especialmente seleccionados y diseñados para evitar la contaminación y daños o riesgos a la salud humana y al ambiente.
El relleno sanitario Los Corazones cuenta con un área licenciada por la Corporación Autónoma Regional del Cesar, Corpocesar, y el Ministerio de Ambiente, de unas 13 hectáreas.
Según Aseo del Norte, durante 2016 cayeron 984 milímetros de aguas lluvias al relleno sanitario regional Los Corazones, y en lo corrido del 2017 ya van 1.456 milímetros, pero solamente en este segundo semestre van 813.20 milímetros.
Por Carlos Mario Jiménez
Carlos.jimenez@elpilon.com.co