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Administración Municipal deja todo para última hora

Cuando el actual alcalde de Valledupar se posesionó como tal en enero de 2012, hace ya dos años, estaba tomada la decisión de sustituir los vehículo de tracción animal, más conocidos en la región como ‘carro de mulas’. En octubre del año 2010, el Congreso de la República aprobó el estatuto de protección de animales con el que se apoyaba el Decreto 1666 del 12 de mayo de 2010, que ordenaba la sustitución de los vehículos de tracción nacional.

A partir de esa fecha inició el plazo de dos años que fijó el Gobierno Nacional para que las entidades territoriales con base en un plan de modernización que debían implementar y ejecutar, hicieran la sustitución de los tradicionales ‘carros de mulas’ (en el interior país son conocidos como zorras). El tema fue noticia nacional, especialmente en Bogotá, donde los dueños de vehículos de tracción animal protestaron por el plazo e incluso la Alcaldía de Bogotá solicitó la ampliación de dicho término.

Sin embargo, a pesar de la importancia del tema en Valledupar aún no ha iniciado la sustitución de los ‘carros de mulas’, muy a pesar que en diciembre pasado la Secretaria de Gobierno Municipal dijo ante los medios de comunicación que a comienzos de enero comenzaría dicha transición, para lo cual contaban con $ 400 millones, que fueron incorporados al presupuesto municipal por aprobación del Concejo Municipal. En Valledupar existen aproximadamente 500 ‘carros de mulas’ y de estos 350 pertenecen a la Asociación de Carromuleros de la ciudad.

El tema no ha sido prioridad en la Administración Municipal y ya cuando el plazo se ha vencido, la iniciativa de crear un Comité Interinstitucional para la sustitución de los vehículos de tracción animal, sale del Concejo Municipal, que se reunió con los representantes de la Asociación de Carromuleros de Valledupar para avanzar en la sustitución y para hacerle seguimiento a los compromisos adquiridos por la Administración, especialmente cuando existen recursos para ello.

En la Alcaldía dejaron todo para última hora. La falta de planeación y el desinterés por temas importantes de sectores específicos, como el de los carromuleros, es poca. Ojalá no dejen a la deriva a los dueños de los carromulas de Valledupar, la mayoría de ellos personas de la tercera edad que llevan años en esta labor. La Personería Municipal y la Defensoría del Pueblo tienen un papel importante en este caso, para vigilar que los derechos de estos trabajadores informales no sean vulnerados.

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