Después de las dos derrotas consecutivas por goleadas de la Selección Colombiana de Fútbol, ante las selecciones de Uruguay y Ecuador, en mi columna manifesté el requerimiento del cambio de instructor, de lo contrario lo más seguro es que nuestra selección no clasificaría para jugar en el Mundial del 2022, que se celebrará en Catar, específicamente, en Doha su ciudad capital.
La verdad monda y lironda, en esas dos derrotas (como las recibidas hace más de 40 años), los futbolistas colombianos jugaron desorientados, como si no tuvieran estrategias previas; es decir, sin ton ni son, todos fuera de lugar, totalmente apáticos. Sinónimo, sin duda alguna, de que el responsable de tal disparate era Carlos Queiroz, entrenador importado de Portugal.
Ya la Federación Colombiana de Fútbol, FCF, confirmó el despido del susodicho director técnico, y lo indemnizará con dos millones de dólares, pues así lo dispone el contrato y por tanto no amerita ningún tipo de reproche. Lo importante es que el nuevo instructor que escoja la FCF sepa entender a los futbolistas de nuestra selección, todos muy buenos, no en vano se han ganado las contrataciones en los clubes donde juegan.
En modo alguno quiero decir que Carlos Queiroz sea mal entrenador, sé que él sabe mucho de fútbol, lo que pasa es que no es fácil dirigir a los futbolistas colombianos, que en general carecen de suficiente educación, en consecuencia, sus comportamientos no son los más adecuados, incluso en aquello del aseo personal y del vocabulario.
Aunque el cambio de entrenador no garantiza la clasificación que, per se, es bien reñida por la calidad de los futbolistas de los países conformadores de la Conmebol, es indispensable que los miembros de la FCF no se equivoquen en el remplazo y ojalá sea colombiano, ya que en nuestro país hay varios muy buenos, que conocen mejor la idiosincrasia de nuestros futbolistas, la mayoría de ellos procedentes de los estratos sociales más bajos, carentes de buenos modales y repletos de muchos resabios, por no decir vicios o mañas.
Hay suficiente tiempo para la escogencia del nuevo entrenador de la Selección Colombiana de Fútbol, con la esperanza de que clasifique y nos represente en el próximo Mundial de Futbol de la FIFA. Celebración que nos concede más de un mes de sana diversión, desde el arribo de las selecciones clasificadas a sus sedes de concentración hasta la llegada de la selección ganadora del campeonato a su país de origen. Definitivamente, el Mundial FIFA es todo un espectáculo digno de ver y gozar, tanto en los estadios como en las pantallas de los televisores, computadores y teléfonos móviles.
Entre los entrenadores colombianos mi preferido es Juan Carlos Osorio Arbeláez, que actualmente se encuentra sin equipo. Como lo dije, hay varios y más de uno desocupado, pues Jorge Luis Pinto acaba de renunciar de la dirección de la selección de los Emiratos Árabes. Hernán Darío ‘El Bolillo’ Gómez, Luis Fernando Suárez Guzmán, también actualmente sin equipo, los cuatro son buenas opciones. Además, hay entrenadores argentinos, uruguayos y brasileños muy idóneos. En fin, en la próxima fecha de la eliminatoria la selección colombiana saldrá a la cancha con nuevo entrenador. Lógicamente, con críticos y conformes.