Una gran tristeza invade desde ayer al país. La música colombiana está de luto. La muerte del “Joe” Arroyo representa una gran pérdida para la música tropical, del Caribe y la música popular colombiana, en general. Hoy Barranquilla, la Costa y el país despiden a un gran cantante y compositor.
Álvaro José, el Joe Arroyo González, murió en su querida Barranquilla, la ciudad que había escogido para vivir, porque allí, la gente le demostraba más lo mucho que lo querían. Siempre llevaba la ciudad en su corazón y le compuso y grabó varios cantos.
No obstante, su música original y pegajosa se canta, se corea, se baila y se disfruta en toda la Costa, en el Valle del Cauca, en Bogotá, en Medellín, en fin, en toda Colombia y en la zona del Mar Caribe y en otros países de América Latina.
El Joe había nacido en Cartagena hace 56 años. De origen muy humilde comenzó a cantar en bares y cantinas de mala muerte, pero luego pasó a ser vocalista de importantes orquestas, principalmente “Fruko y sus tesos”, los Latin Brother y finalmente creó su propia orquesta “La Verdad”. Por muchos lustros disfrutó una carrera artística llena de fama y de éxitos.
El Joe, como se le conoció popularmente, fue un gran artista: cantante, compositor, que supo llevar un canto alegre y pegajoso a los amantes de la salsa, y de la música tropical. Sus canciones llegaron a todos los rincones de la geografía nacional. Adicionalmente, poseía el donde bailar con una gran maestría y naturalidad cuanto cantaba, lo que hacía más original su espectáculo entre los cantantes de su género.
Artistas de la talla de Oscar de León, Wilfrido Vargas, Diomedes Díaz, Poncho Zuleta, Juancho Piña, y distintos músicos, quienes de verdad fueron sus amigos, lamentaron ayer su partida y ratificaron sus dotes como cantante y artista, pero también como un gran ser humano.
Arroyo era un admirador y promotor de la música vallenata. Interpretó a dúo varias canciones con cantantes como Diomedes Díaz, Peter Manjarrés, fue corista en algunos trabajos del Binomio de Oro, en la época de Rafael Orozco, y también de los Hermanos Zuleta Díaz, Poncho y Emilianito.
Grabó varias canciones del maestro Rafael Escalona, Luis Cujia entre otros compositores de la música vallenata. Y en varias ocasiones vino al Festival de la Leyenda Vallenata a escuchar nuestra música y a brindar la suya.
Pero además de su gran éxito como artista, tanto desde el punto de vista musical y comercial, consideramos que el Joe Arroyo representó un extraordinario fenómeno cultural y musical, de identidad y comunicación.
En efecto, supo representar con orgullo sus ancestros africanos y así le cantaba a su raza negra, a lo propio, a lo nuestro, como el mismo decía, a su Cartagena raizal y pobre. A toda la Región Caribe y Colombia. Pudo comprobar en vida como su música y su trayectoria se convirtieron en telenovela, con un título bien puesto: “El Joe, la leyenda”. En noviembre de este año recibiría el Premio Especial de la Academia del Grammy Latino, por su trayectoria musical.
Hoy en nombre del pueblo vallenato y cesarense, expresamos a sus familiares, amigos y a sus miles de seguidores un abrazo de condolencias desde este Valle que tanto lo quiso y al que el también tanto quiso. Paz en la tumba del Sonero de América, del Centurión de La Noche, del gran Joe Arroyo.