Con una honda tristeza recibimos ayer la noticia de la muerte de Ernesto McCausland Sojo, colega y amigo. El veterano periodista, que en la actualidad era el editor del diario El Heraldo de Barranquilla. Sabíamos del estado de salud de Ernesto, pero abrigábamos la esperanza de su recuperación. No obstante, nos sorprendió la parca…
La partida de Ernesto McCausland, a sus 51 años, enluta al periodismo costeño y al periodismo nacional. Sin lugar a dudas, fue un extraordinario periodista. Un verdadero maestro de este oficio. En efecto, fue reportero de EL HERALDO, donde se inició a los diez y seis años. Cronista de prensa, radio y televisión. Un hombre de cine y un hombre muy Caribe, que amaba a su región, se la gozaba, se divertía conociéndola e informando sobre ella. Además amigo y amante de la música y la cultura vallenata y de esta idiosincrasia de la Costa, que es Macondo.
Con mucha razón, y que bueno que fue en vida, se le reconoció a Ernesto McCausland el premio Simón Bolívar a la vida y obra de un periodista, en la edición de este año. En su momento elogiamos esa elección.
Hoy además de la Costa Atlántica, todo el país reconoce el trabajo de este extraordinario representante del periodismo. Contar historias era su pasión y lo hacía con creatividad y con gracia, metiéndose en la vida de las personas, fueran estas reconocidas o anónimas.
McCausland Sojo demostró una sensibilidad especial para el ejercicio de este oficio. Fue un gran trabajador del periodismo en la Costa y varias zonas del país. También en Bogotá, por varios años trabajó en distintos medios, noticieros de televisión y en Caracol Radio, en el programa Hoy por Hoy, al lado de Darío Arismedi Posada. Además, fue escritor y realizador de televisión y cine, con muchos éxitos.
“Hombre de prensa, cine, radio, televisión e internet, ha sabido navegar en la adversidad con la misma gracia y soltura con la que escribe sus notas del blog. Novelista original y buen entrevistador; editor del primer diario de la costa; presentador de eventos y de noticias; guionista y “cronista siempre”, anotó el jurado calificador del Premio Simón Bolívar al reconocerle el galardón.
La obra y el legado de Ernesto merece ser recogido en diversas antologías y estudiado con mucha atención por los futuros comunicadores, como ejemplo de buen periodismo y en diversos géneros.
Nos deja Ernesto una “honda herida”, como dice la canción del Maestro Escalona. A su esposa, a sus hijas, a todos sus familiares y amigos, a los directivos, periodistas y todos los empleados de EL HERALDO y AL DÍA, nuestras más sinceras condolencias en nombre de los propietarios, directivos, periodistas y demás empleados del diario EL PILÓN. Paz en la tumba del colega, del maestro y del amigo.