Ante la crisis general que afronta la Empresa de Servicios Públicos de Valledupar, Emdupar, bien vale la pena aplicar el viejo refrán bíblico que reza: “quien esté libre de pecado que tire la primera piedra”.
De manera deliberada se podría concluir que entre los responsables de la mala situación que hoy tiene al borde de la liquidación a la empresa Emdupar, serían pocas las personas que estarían libres de culpa, aunque parezca un tanto arbitraria tal afirmación, diversos aspectos demuestran que sí podría ser cierta esa conclusión y esto lo corrobora un informe de EL PILÓN publicado en la edición del día miércoles 22 de marzo, precisamente en la fecha del Día Mundial del Agua.
El solo hecho de que a la empresa Emdupar la ciudadanía residente en esta capital le adeude una cifra cercana a los 89 mil millones de pesos, por el no pago del servicio de suministro de agua potable, es un gran indicador del alto grado de irresponsabilidad social y falta de pertenencia por los asuntos de ciudad.
Pero, además de ese contundente manifiesto de irresponsabilidad, hay un sinnúmero de factores que también reflejan lo poco que la ciudadanía contribuye frente al tema del buen uso y manejo del agua en esta ciudad: más de uno de nosotros, en alguna ocasión de nuestras vidas, hemos tomado la manguera para lavar con agua potable el carro, la moto o cualquier otro elemento del hogar, en muchos hogares suelen tener la costumbre de lavar las terrazas de las casas con la presión del chorro del preciado líquido, otros por descuido u olvido dejan abierto el grifo del jardín durante horas y horas, en muchas viviendas es común las fugas por deterioro de la tubería interna, llaves en mal estado, bacinetes con escapes permanentes, personas que no suspenden la ducha mientras se enjabonan o cepillan los dientes, en fin la lista de anomalías es interminable, dando como resultado que más del 60% del agua que capta la empresa se pierde.
Sin contar también los innumerables fraudes con conexiones ilegales y que no permiten la facturación o cobro del consumo, esos abundan en todos los sectores, sin distingo de estratos sociales, pareciera que fuera un “tocontoemdupar” (todos contra Emdupar).
Es decir que no ha sido suficiente los malos manejos administrativos, los gerentes incapaces y corruptos, el interés financiero de algunos alcaldes y sindicalistas, la politiquería de nuestros dirigentes, sino también el aporte ciudadano para golpear a Emdupar.
El informe de EL PILÓN revela que más de la mitad de la cartera son cuentas de difícil recaudo, es decir, no han registrado avances ni aportes en los últimos 12 meses. “Sí los usuarios no pagan es imposible que la empresa pueda salir adelante”, en esos términos expuso la situación el actual agente interventor Pablo Jaramillo, quien se posesionó el pasado viernes, en reemplazo de Germán González.
Preocupa en demasía que la situación por ahora no da señales de mejoría, sino todo lo contrario, tiende a empeorar. Es hora entonces de emprender una campaña que diga algo así como: ¡Entre todos salvemos a Emdupar!. Llegó el momento de que todos nos involucremos y dejemos de ser indiferentes frente a los temas de nuestra Valledupar.