El pasado 29 de agosto todos nos levantamos con una conmocionante noticia, Iván Márquez, El paisa y Jesús Santrich lideraban un comunicado en donde acompañados de otros excombatientes, anunciaban su regreso a la vida armada, o como lo manifestó Iván Márquez, el comienzo de una segunda Marquetalia. Realmente la paz para muchos es la gran apuesta histórica del país por el cambio, para terminar con más de 50 años de violencia, contado aquí tan solo la historia de las guerrillas modernas del país, porque en Colombia hemos vivido en guerra desde la colonia. Pero muchos vimos la manera en que personajes como Jesús Santrich se burló y aprovechó de su condición de excombatiente para seguir delinquiendo, o como el Paisa y Márquez a la primera oportunidad salieron corriendo, para volver a su rentable vida como delincuentes.
En el comunicado expuesto por Iván Márquez, este hace énfasis en la culpa, que, según ellos, tiene el Gobierno nacional en esta desacertada y descarada decisión, y si bien no hay que desconocer la lentitud en la implementación de los acuerdos e incluso, la no aplicación de algunos aspectos acordados, esto no es justificación para que se burlen de años de esfuerzo, esperanza y gestión que se emplearon en la negociación. El país no puede seguir sacrificando a sus jóvenes en una guerra de terceros, frente a estas disidencias se debe actuar con una fuerza contundente, no permitir una unión, ni fortalecimiento con otra guerrilla como el ELN.
Esto último, ya que en el comunicado también se manifestó la posible alianza entre las disidencias de Márquez o ahora llamadas grupo armado organizado residual (GAOR) y el ELN, hecho que si bien en épocas anteriores no se logró consolidar, ahora puede tener sentido, puesto que el ELN sin lugar a dudas es una guerrilla con un carácter ideológico fuerte, que de una u otra manera se refleja en su modus operandi, aspecto que para las FARC no era tan importante, pero ahora que las disidencias de Márquez no tienen la capacidad para enfrentar a la fuerza del Estado Colombiano, necesitan hacer ciertas concesiones e incluso estar a merced de la que hoy es la guerrilla más fuerte del país. Algo que nos puede dar una pista de lo posible de esta unión, es el armamento que hoy tienen las disidencias, si bien una parte puede ser de ellos, otro tanto se debería a la alianza con el ELN.
Seguramente la unión se viene preparando arduamente desde la desaparición del Paisa y Márquez, porque es importante tener claro el carácter calculador, que siempre han tenido los disidentes, para ellos nunca hubo esperanza de paz, sino una gran oportunidad para buscar nuevas alianzas y reforzar secuestros, extorsiones, asesinatos y droga. Como lo anunció el general Luis Fernando Navarro, esto no es algo que se creó la última semana, son un grupo terrorista de alta peligrosidad, por estas características las fuerzas armadas están preparadas y autorizadas para actuar con la mayor precisión y potencia.
Es preciso señalar que existe una parte de los excombatientes que siguen cumpliendo los acuerdos y tienen total disposición de seguir luchando por consolidar la esperanza que las víctimas, campesinos y todo el país necesitan a favor de la paz.