X

¿Abuso de las ambulancias?

En una guerra del ‘centavo’ como se acostumbra a llamar la competencia entre las empresas de transporte, han caído las ambulancias de las diferentes clínicas y centros médicos que ofrecen este servicio en Valledupar. Su carrera no es por un pasajero, sino por un enfermo y para ello exceden todos los límites de velocidad permitidos por la ley y aunque es comprensible que deben atender urgencias con pacientes donde el tiempo es oro, pues pueden morir en cuestión de minutos, no pueden los conductores de las ambulancias abusar del poder que le da la sirena de sus vehículos.

Las denuncias de los ciudadanos son reiteradas en el sentido que algunos conductores de estos vehículos del servicio médico, usan la sirena cuando ni siquiera llevan un paciente de gravedad en su interior. Grave si es verdad. No se cuestiona su trabajo, porque bastante ha avanzado Valledupar con la oferta de ambulancias, la mayoría de las mismas clínicas, para atender casos de extrema urgencia. Es una labor loable y por lo tanto así debe percibirse desde la comunidad, que es la llamada a respetar y colaborar con este servicio médico en la vía.

Ceder la vía a una ambulancia es una obligación ciudadana, sin duda alguna. Por eso no se justifica que hagan que el buen ciudadano pierda la confianza y el respeto por estas. En menos de 24 horas, dos ambulancias protagonizaron accidentes. El primer hecho ocurrido el jueves en el corregimiento de Río Seco, a pocos kilómetros de Valledupar, donde una ambulancia arrolló a dos motociclistas –uno murió en el acto-, y el segundo ayer en la vía Valledupar-Codazzi, son una muestra de que deben revisar su actitud frente al peatón y a los otros conductores.

Incluso hay quienes afirman que el servicio de ambulancias en Valledupar se ha convertido en una “mafia”, porque existen clínicas que pagan por cada paciente que ingresen. Esto es un rumor y ojalá que no sea cierto, porque de ser verdad no se puede esperar mayor responsabilidad de parte de los conductores de dichos vehículos. Las autoridades locales deben revisar este tema de manera urgente.

Y por su parte, las clínicas y las empresas que lideran el negocio de las urgencias –así sean competencia- deben hacer una campaña con sus conductores, para que no ocurra un suceso fatal en las calles de Valledupar, donde se observan que llegan hasta cuatro ambulancias a socorrer a un herido o a un enfermo. El afán se les nota por llegar primero.

La prudencia vial, sobre todo en esta época de fin de año debe primar. El buen ejemplo que debe poner el servicio médico integra todo el sistema de la salud, incluso las ambulancias.

Categories: Editorial Opinión
Periodista: