Por: Nuris Pardo Conrado
Si por algún caso a mi personalmente me dieran la oportunidad de escoger a los mejores personajes o instituciones, no dudaría un momento – y sin pensarlo mucho-, seleccionaría como personajes del año a los empleados y trabajadores de la salud en el Cesar, personas que con sus labores, trabajos y acciones defienden la salud de cada morador de este territorio. Ellos que son muchos en el plano administrativo, médico, paramédico y demás, cada noche, cada día, entregan toda la capacidad que su mente les entrega para ponen en sanidad a cada afectado.
A ellos ustedes los conocen, especialmente los que viven en Valledupar, sobre todo los que trabajan en el hospital Rosario Pumarejo de López bajo la tutela de Yonis Flórez Mendoza, quienes – a cambio de nada – derraman todos sus esfuerzos en procura del bienestar general. En la actualidad a esos abnegados servidores, como me complace llamarlos, se les deben cinco meses de salario, pero con todo y ello siguen en la brega, únicamente en la búsqueda de hacerle menos penosa la vida a los pacientes, entregándoles un alivio aunque sea perentorio, pero tarde que temprano tendrán su recompensa, el todopoderoso les abonará en felicidad lo que hacen con tanta devoción. Sabe usted, como yo, que laboran con hambre, como lo hacen es un sacrificio de enorme esfuerzo, eso de salir de la casa y no dejarle nada a los hijos es una proeza, pero con todo y ello ahí están.
Esa engorrosa situación como claramente está vista, no tiene otro origen, el principal y el único es nada menos que la abstinencia omisión de nuestro señor gobernador y su equipo de gobierno de girar a los entes de beneficencia los dineros que le deben cancelar por atención en todo orden, pero lo más injustificable es que ya las cuentas fueron habilitadas y aceptadas por los estamentos de control, pero con todo y ello se sigue evitando con tal compromiso dinerario, no obstante lo anterior, Flórez Mendoza sigue en la brega y no declina, el Hospital Rosario Pumarejo de López cumple con la función asignada.
Puede que en la educación, las vías, las viviendas y otras sectoriales se pueda permitir eso, pero jamás con un vital servicio como es el de la salud. Me pregunto por que el mandatario no fue lo sumamente lento como ha sido en este caso, para girar los dineros a quienes no han cumplido con las obligaciones de la entrega de las obras contratadas, caso Mauricio Galofre o aquellos que debieron instalar el servicio de gas domiciliario en algunas poblaciones, y en otras que se conocen y que no es preciso indicar por razones de espacio.
Creo que tenemos la mejor oportunidad de actuar pacíficamente a futuro, y no es nada más, ni nada menos, que no respaldar con el voto a aquellos que van bajo el amparo del gobernante a las diferentes corporaciones y cargos gubernamentales, por que de seguro serán como él, lentos y omisivos; corresponde entonces, usar la cédula como el arma que no dispara ráfagas, pero que si gana batallas. La precaria situación de la salud en el Cesar por todos conocidas y el tratar de obstaculizar y truncar la labor realizada por quienes tuvieron la osadía de no haberse dejado manipular, no debe repetirse: Esta situación tan negra del departamento la deberemos blanquear en las próximas elecciones, para que el elegido dignifique a ese organismo que tanto le debemos.
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