Es nuestro deber como medio de comunicación hacer visibles los retrasos en las obras de infraestructura, y más hacerle eco a los proyectos que quedan inconclusos, con grandes inversiones que se pierden en la maleza.
En el Cesar existen varios municipios donde quedan las huellas de los elefantes blancos, que recuerdan las irregularidades de los gobernantes y los servidores públicos. Esa es una realidad que con los años acumula un saldo bastante significativo de recursos que nunca vieron la luz.
Es lamentable que hoy existan obras inconclusas en Valledupar y los demás municipios del Cesar, pero más lamentable es que la ciudadanía siga impávida como si nada pasara. La indiferencia de las personas que habitan en la región, es el aval a la irresponsabilidad de los gobernantes que sin vergüenza alguna terminan sus periodos sin concluir las obras que cacarearon en su gestión.
Hoy en ‘El tema del día’ les presentamos las implicaciones que tiene una obra inconclusa, que infortunadamente puede pasar años, décadas para que sea terminada porque es más fácil contratar y dar anticipo, que sancionar a los contratistas que incumplen.
Hoy el Cesar pasa por una de sus mejores épocas. Tiene invertido en infraestructura más de un billón de pesos en obras significativas para su desarrollo, proyectos que una vez terminados le darán un nuevo aire al departamento. Sin embargo, preocupa que no se culminen muchas de ellas y que al final los proyectos que han sembrado esperanza en la comunidad rural y urbana, se queden en el aire.
Es necesario un papel mucho más proactivo de los organismos de control, que incluso por la época política también pueden caer en el juego político de iniciar investigaciones para entorpecer candidaturas.
Ojalá que este año político no sea mediático para los organismos de control, que han brillado por silencio ante las denuncias que ciudadanos han dado a conocer.
Los cesarenses necesitan que las obras se terminen. No importa quién las haga, lo que importa es que los impactos se vean.