Con más de 8.000 vehículos en su interior, el parqueadero municipal, ubicado al lado de la Terminal de Transporte de Valledupar, está colapsando. Motos y carros amontonados se encuentran bajo sol y agua en el lugar, esperando ser retirados por sus propietarios, no obstante, algunos de ellos llevan más de 5 años inmovilizados.
Según informó el gerente de la Terminal, Luis Calderón, el 80 % de la capacidad del parqueadero está llena; razón por la cual, el funcionario indicó que se están tomando medidas junto a la Secretaría de Tránsito local para hacerle frente a la problemática. “Junto a la Secretaría de Tránsito ya estamos en tema de inventario para publicación, para después aplicar la Ley de Patios”.
En ese sentido, la Ley 1730 de 2014, comúnmente conocida como Ley de Patios, en su artículo 128 indica que si ha pasado un año y el propietario o poseedor del vehículo inmovilizado no ha retirado el automóvil o no ha subsanado la causa que dio origen a la inmovilización, es decir, que no esté a paz y salvo con la obligación generada por servicios de parqueadero y/o grúa, la autoridad de tránsito podrá tomar medidas y posesión del vehículo.
Esa fue nuestra publicación de esta semana. (‘Parqueadero municipal está colapsando, ¿se ‘rematarán’ los vehículos inmovilizados?’). Nota de Ketty Gutiérrez
En el 2019, el Juzgado Tercero Administrativo Oral del Circuito Judicial de Valledupar, en una sentencia de primera instancia, notificó al municipio que debía vender o subastar los automotores que se encontraban dentro del parqueadero. Sin embargo no se ejecutó.
Ahora que el municipio viene recuperando los terrenos del Terminal de Transportes, labor de trabajo de su grupo legal en el que participó con persistencia el apoderado David Sierra Daza, también directivo de este medio. Qué bueno ir desocupando esos bienes municipales, ocupados por la desidia, y tomar decisiones oportunas autorizadas por la ley.
INICIAR CON LOS INMUEBLES PROPIOS
Sea la oportunidad para reiterar que el Municipio debe levantar y actualizar el inventario de todos sus bienes, como los inmuebles en la cabecera municipal y en los corregimientos. Empezando por las áreas de cesión que deben mantenerse debidamente incorporadas al catastro y registradas públicamente. Por supuesto, garantizar su posesión, y en específicos puntos su cerramiento.
Esos bienes son valiosos, cada vez lo serán más y no se puede ser ajeno a la necesidad de su cuidado. No solo son aquellos visibles, como los de las antiguas instalaciones del Idema o el lote de la electrificadora contiguo a DPA, sino muchos más, incluso en la sierra, que deben preservarse.
Ya que el municipio empezará en una decisión trascendental a administrar el catastro, sobre todos los bienes inmuebles ubicados en su circunscripción, debe empezar y perfeccionar la tarea del levantamiento de sus propios activos.