Con 58 casos confirmados por la Secretaría de Salud de Valledupar, para covid-19 en el Mercado Público de esta capital, la situación de salubridad ha llamado la atención de las autoridades del municipio, en especial de la secretaría de Salud y del propio alcalde Mello Castro González, quien en la mañana de ayer inspeccionó el lugar.
Las autoridades insisten en imponer, que ya no sugerir, las medidas de bioseguridad en todos los niveles, entiéndase directivos, empleados, dueños de locales o colmenas, los vendedores externos alrededor del mercado y por supuesto los compradores que aún sacan el valor para abastecerse en el mercado. También se adoptó el pico y cédula.
Desde la llegada a Colombia del genoma del covid-19, virus de la familia de los SARS-COV-2, se iniciaron las medidas de prevención y mitigación, para hacer frente a la pandemia y evitar que el Mercado Público se convirtiera en foco de contagio o vector para toda la ciudad y la región, aunque hay quien dice que ya lo es.
La información también da cuenta de la muerte de una persona vinculada a la más grande central de Valledupar, y de contera, lo es del sur de La Guajira, y de un vasto sector del Magdalena. Con todo y eso y de golpe las 2.000 familias que en 800 locales dependen de las ventas en El Mercado, si no se ajustan a los protocolos, las medidas serán más restrictivas; el alcalde de Valledupar ha sido claro y ha dado a entender que si la situación no mejora podría presentarse un cierre, como en su momento ocurrió con Corabastos en Bogotá, Granabastos en Barranquilla, Corabastos en Medellín y las minoristas. En Valledupar esto podría ocurrir y entonces habría dificultad para todos; en épocas de pandemia 900 personas visitan la plaza, una reducción considerable si se compara con el aforo en condiciones normales cuando diariamente llegaban miles de compradores. Lo que podría llamarse un daño colateral, o miedo de la comunidad que aún entiende la letalidad de este coronavirus.
Pero el llamado a la disciplina y a la acción correctiva de las secretarías de Salud y Gobierno y a la Policía en Valledupar es también a la urgente intervención de zonas como el Boliche donde denuncian que no hay distanciamiento, al igual que en Cinco Esquinas y otras partes del Centro de la ciudad.
Toca poner orden en esas zonas de aglomeración, porque no podemos bajar la guardia. Y si se ha venido haciendo un trabajo debe contarse con no desfallecer en el.
Llamamos la atención sobre las áreas externas al mercado. La llamamos sobre todo punto que sea frágil y multiplicador del virus.
Reiteramos que el nivel de pruebas en la región es bajo y debería multiplicarse mínimo por tres. Sin un nivel apreciable de ellas no se podría hacer el rastreo y aislamiento de sectores de la población.
Y que los prometidos recursos para recuperar el hospital Rosario Pumarejo, de la nación y de la gobernación, se hagan realidad pues no tiene presentación el deterioro de esa entidad precisamente cuando la pandemia empieza a mostrar sus perfilados dientes. Esperamos que no se agudicen las cosas como para llegar a una situación en que no habría ni Hospital ni Mercado.