COLUMNA PEDAGÓGICA
Por GONZALO QUIROZ MARTINEZ.
La salud del presidente hace parte de la salud de un país, es más hace parte de la seguridad nacional. Las locuras de un presidente hacen parte de las locuras de un país. El ejemplo lo tenemos con el vecino de la República Bolivariana de Venezuela, ya dijo que estaba en guerra con los ricos de su país. El doctor Mockus, afirmó que si llega a la presidencia le va subir los impuestos a los ricos y a todo el mundo, porque a él le gusta el “todos ponen”. Eso se llama guerra impositiva, esto si lo dijo sin tanto rodeo ni su excesivo movimientos de manos. Pero no habla de cómo mejorar el ingreso de los colombianos.
Mockus también reconoció el lunes después de las elecciones primarias del domingo y poco restablecido del totazo de tener encima 3,6 millones de votos, “nos fue bien, hemos obtenido una victoria, porque había logrado alcanzar la segunda vuelta”. Pero días antes había expresado que los dineros del Estado eran sagrados y que buscaba ganar en la primera vuelta porque según las encuestas privadas de su movimiento le afirmaban que estaba en más del 50 por ciento. Y que esos recursos para la segunda vuelta, que son aproximadamente 200 mil millones de pesos, servirían para construir nuevos hospitales que serían atendidos con médicos generales con sueldos de un millón de pesos y especialista con salarios de cinco millones, también se podrán construir megacolegios administrados por entes privados y operando con profesores de salarios mínimo. (Ojo, esto último lo dijo Petro en un comunicado donde invitaba al Magisterio a que se unieran a la causa del Polo y porque no se debía votar por Mockus).
En la misma noche del domingo de elecciones, Mockus en su discurso de ganador hace todo fuera de contexto, sobretodo porque la estruendosa derrota ameritaba un replanteamiento de fondo. Los asesores entre ellos Lucho Garzón que estaba a su lado y parecía un poco oldparrado, les dijeron que ese discurso no fue nada bueno, el día lunes el candidato lo reconoce y dice que fue que se le olvidó que ahí estaban los periodistas con las cámaras filmando todo. ¿Y dónde pensaba el doctor Mockus que estaba?. No es extraño, que el candidato verde opte por aplicar autocensura a la prensa, reconoce que muchas preguntas lo perturban y lo sacan del mundo real. Por esto, el caricaturista Matador le dedica una de sus creaciones en tres tiempos al filosofo y candidato Mockus, imitando a la estatua del pensador desnudo elaborada por el escultor francés Auguste Rodin, donde dice: Pienso luego…. Respondo…… ¡después me retracto¡.
Al doctor Mockus, se le puede calificar como un fenómeno político de opinión en una población juvenil políticamente inmadura, pero se le olvidó que la opinión más favorable como gobernante y quien tiene el país con sus problemas en la cabeza es el presidente Uribe y quienes han trabajado con él, por lo tanto, el campesinado y las poblaciones de los municipios que han vividos décadas de violencia saben que los terroristas no se asustan con policías y soldados dotados de lápices y girasoles. Y no es que los que voten con Santos son corruptos y los que voten por él son los santos. Nadie le cree cuando dice que los terroristas deben negociar con Uribe, porque si él es presidente las cosas son peores…con tantos cambios de pareceres ni el mismo se lo cree.
La espontánea votación del domingo fue un respaldo al presidente Uribe, y la gran mayoría de la gente reconoce que la seguridad democrática aunque haya tenidos muchos desaciertos tiene sus resultados a la vista y la gente va a seguir votando por esa opinión favorable. Cada vez que cualquier candidato ataque la política de la Seguridad Democrática sin proponer algo superior produce su reacción, que se convierte en más solidaridad con el presidente Uribe y con Santos.
Al tratar a los militantes del Polo como partido complaciente de la guerrilla, el derrotado Petro, como contestatario perfecto, le dijo, que no haría alianza con el Partido Verde. Ahora anda el doctor Mockus coqueteándoles como se coquetea a la chica más linda de la fiesta. Es decir, ya los del Polo no son complacientes con la guerrilla, sino por el contrario son enemigos de la guerrilla y de Chávez.