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A marchar todos

Ha llegado el día previsto. Hoy se realizará la marcha “por el Valledupar que queremos”, por la ciudad pacífica, tranquila, que teníamos y que queremos recuperar. Hoy, a partir de las cuatro de la tarde, se iniciará un gran recorrido, sabemos que será histórico, que irá desde la Plaza de la Gobernación hasta la Plaza Alfonso López.
Esta marcha es un gesto de una singular trascendencia, que busca pellizcar, despertar, motivar a los habitantes de la ciudad para que no sean indiferentes frente a la violencia selectiva, y la inseguridad que, poco a poco, nos ha ido robando la tranquilidad.
Vamos a decirle NO MÁS  a los violentos…
Vamos a decirles BASTA YA…
Vamos a derrotar la indiferencia contra la violencia y la inseguridad…
Vamos a demostrarle a los violentos que los buenos somos más…
Esta es una convocatoria abierta a todos los sectores de la ciudad, a todos sus habitantes, sin distingos de ninguna clase. A los estudiantes, a los maestros, a las mamás, a los papás, a los periodistas, a los sindicalistas, a los políticos, a los comerciantes, a los funcionarios públicos, a los campesinos, a los obreros, a los empresarios a todos, en general. A marchar.
Vamos a marchar, reiteramos, contra la violencia ciega que nos amenaza a todos, hoy las víctimas pueden ser unos, mañana otros, y así sucesivamente…
Recordamos que Valledupar y el Cesar habían sido reconocidos como territorios de paz, durante mucho tiempo; durante la mayor parte de la historia del país. La violencia bipartidista que afectó a Colombia, a mediados del siglo pasado, poco se sintió en esta zona del país.
Por el contrario, muchas personas, familias enteras, llegaron del interior a buscar la paz en estos territorios. Liberales y conservadores, campesinos, comerciantes, trabajadores, empresarios, ganaderos y colonos, llegaron del Tolima, Cundinamarca, y los santanderes, principalmente, a refugiarse en Valledupar y lo que hoy es el Cesar, antes departamento del Magdalena. Aquí se afincaron, trabajaron, levantaron sus familias, criaron a sus hijos, y luego a los hijos de sus hijos, y la gran mayoría se quedaron acá, precisamente por la paz y la tranquilidad reinante.
Pero luego llegó la violencia de la guerrilla, posteriormente la violencia paramilitar, como también la del narcotráfico y la delincuencia común, como en muchas ciudades del país. Y en la actualidad, a pesar del esfuerzo de las autoridades, los vallenatos se sienten inseguros frente al raponazo callejero, el atraco, el robo a sus viviendas, y también ante la violencia selectiva, que está haciendo de las suyas.
La gran mayoría de los habitantes de Valledupar son gente buena, trabajadora y pacífica que sólo quiere progresar, sacar adelante a sus familias y vivir tranquilamente.
Vamos,  todos a  marchar contra la violencia, contra los violentos, contra la inseguridad, por la paz, por la vida, por la tranquilidad del viejo Valledupar. Todos a marchar, no faltes…

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