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A marchar con las antorchas

La ajustada frase de que “Electricaribe produce más violencia que los grupos armados” comenzó a aplicarse viralmente en las poblaciones de la costa Caribe, al punto de que en ciudades como Valledupar, donde no pasa nada porque aceptamos todo, se organiza una protesta pacífica contra los abusos de la empresa encargada de distribuir y comercializar la energía en esta parte del país.

Así como en un mes de julio de 1947, Jorge Eliecer Gaitán convocó al pueblo en una gran Marcha de Antorchas para protestar contra la pasividad del gobierno de Mariano Ospina Pérez frente a la masacre de liberales a manos de conservadores, hoy se reedita esta manifestación simbólica por el mal servicio y cortes imprevistos de energía con sus consabidos efectos económicos, pero sobre todo por el aumento de tarifas que durante el año han subido el 25,88 %, sin mencionar el descarado incremento anunciado ante un eventual apagón por la sequía del Fenómeno del Niño.

Situación que no es menos compleja en cuanto al precio del servicio de gas natural, por decirlo de alguna manera, debido a la aplicación de una caprichosa fórmula inventada por la Comisión de Regulación de Energía y Gas (CREG), en la que los costeños a pesar de que los mayores yacimientos se encuentran en nuestro territorio, pagamos un 40 % más que los usuarios de otras zonas de la nación; de paso incrementándose ahora el valor del metro cúbico de gas natural vehicular, que ante la ausencia del combustible de contrabando también dejó de ser una alternativa económica para conductores vallenatos.

El panorama entonces es tan difícil que si no queremos asistir en un próximo futuro a hechos de fuerza trasladados de cabeceras municipales a capitales de departamento, tendremos que hacernos parte activa de la reclamación, quitándole nuestra vocería a los políticos interesados más en presionar mediáticamente al gobierno nacional, para lo que revuelven habilidosamente la justa inconformidad popular con el trámite legislativo o democrático de temas nacionales, tras la complacencia de intereses particulares que al ser concedidos desplazan la filantrópica gestión a favor de las comunidades. Por esto nunca vemos el efecto de los debates.

Mejor marchemos espontáneamente para que el gran negociado de Electricaribe sea con el mejoramiento general del servicio prestado; salgamos hoy con una antorcha en la mano para que la CREG revise la acomodada fórmula matemática que haciendo gala de la magia Caribe, como calculadora averiada, nos cobra más por menos kilómetros recorridos; preguntemos al gobierno nacional y a las empresas generadoras de energía, ¿qué se hicieron los 15 billones de pesos recaudados durante los últimos nueve años por el Cargo de Confiabilidad?, cobrados supuestamente para conjurar cualquier riesgo de apagón . Nos vemos en la marcha. Un abrazo.-

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Antonio_Maria_Araujo: